Camino a los 33 (Road to 33): Semana 42
Esta semana estuvo llena de muchos experimentos, algunos me gustaron mucho más que otros pero todo fueron bastante interesantes.
El domingo temprano por fin tuve la sesión de Bodyscapes®, de Allan I. Teger. Estoy sumamente agradecido con la osada mujer que accedió con gallardía a posar para mí lente. Más tarde visité a mis padres y de regreso hice respaldos semanales de todas mis imágenes. A veces creo que soy un tanto obsesivo pero ya he tenido ratos difíciles recuperando imágenes de discos dañados. Hoy realizo respaldos diarios y semanales. Además, genero una imagen completa de mi computadora todos los domingos en la noche. Y, justamente, fue mientras esperaba que decidí jugar con la cámara. Estaba mirando por el balcón y realicé varias tomas a mano alzada, y luego con tripie. El resultado me gustó. Es algo diferente en un paisaje común de este proyecto. La fotografía 288 es como comenzar ese salto hiperespacial, sabiendo que 42 es la respuesta a la última pregunta de la vida, el universo y todo. Mientras editaba esta fotografía; llegó a mi mente una imagen. Una flor de flores. Así que sin dudarlo; las gerberas serían una linda sorpresa al día siguiente.
El lunes estuve en casa trabajando, lavando ropa y planchando. Aun así, hubo tiempo suficiente para tener una extraordinaria plática con una prominente estudiante de ingeniería. De corazón noble y espíritu libre. Hace un par de meses me permitió explorar el universo en su mirada. Me fascina descubrir a las personas, compartir cosas, ideas, filosofías. Al final, es todo un privilegio contar con una amistad así. Sus amables comentarios, sobre mis fotografías, me alientan a seguir trabajando, seguir experimentando y seguir aprendiendo. Pero fueron sus, casi últimas, palabras de este día, las que me inspiraron para hacer la fotografía 289: Tus abrazos son mágicos, me dijo. Pues se requiere de dos para que la magia se complete. La fotografía es sumamente abstracta pero representa a dos personas (por ende, son dos exposiciones) que se funden en un abrazo y comienzan a perderse en la inmensidad de la continuidad del espacio-tiempo. Además, jamás olvidaré sus últimas palabras… Fueron de esas que se clavan en el corazón y se llevan eternamente.
El martes realicé algunas pruebas de retrato infrarrojo. Ya que no tengo sujetos de prueba a disposición; tuve que experimentar conmigo. Me han juzgado de narcisista por utilizar tantos autorretratos; sin saber que el autorretrato es el recurso principal del fotógrafo para experimentar, para quitarse del camino el problema de trabajar con alguien y poder realizar su trabajo sin esperar los caprichos de un voluntario, o evitarse el gasto económico de utilizar a un modelo. Definitivamente, debo trabajar más el tema de iluminación porque al ser de noche, no hay luz infrarroja natural. El enfoque es aún más complicado que en un autorretrato con luz natural. El resultado, de la fotografía 290, no es del todo malo para ser la primera prueba que hago de autorretrato IR. Me gusta mucho el ligero brillo en mi ojo derecho. Seguiré experimentando para obtener diferentes resultados y buscaré una forma más eficiente de sincronizar los flashes Nikon con la cámara Sony. Por último, un dato curioso de mis últimos autorretratos; suelo tomarlos hincado porque soy demasiado alto para el ciclorama.
El miércoles inicié el día tomando una foto para E.L.L.A. Con esto van seis días seguidos capturando el amanecer. He tenido un ánimo renovado para alimentar ese proyecto y todo se lo debo a esa persona especial que me motiva a despertar muy temprano para regalarle una sonrisa. La fotografía 291 de hoy es una referencia que tenía pendiente y es un gusto que tengo. Así que decidí continuar con los autorretratos. Y quizá incluya más en la semana.
El jueves inicié el día tomando una fotografía para E.L.L.A. Creo que dejaré de mencionarlo porque ahora me aseguro, cada día, de capturar el amanecer para compartirlo con esa persona especial. Esperar los primeros rayos del Sol; se ha convertido en un ritual diferente. La fotografía 292 fue parte de seguir experimentando con la iluminación. Intenté hacerlas en infrarrojo pero me agradó más el contraluz a blanco y negro. Finalmente, hice una pequeña división de tono para darle ese aspecto sombrío que hace sentido con el credo del asesino. No me encantan los autorretratos, pero ese en particular; me fascinó.
El viernes inicié el día de la misma forma que ayer, que el día anterior y el día antes de ese. Caminando hacia la oficina, noté que con la lluvia ha comenzado a brotar vida de las banquetas, paredes y casi por cada rincón que recorro. Pensé que para la mayoría de las personas sólo es mala hierba que hay que arrancar. Yo encuentro tanta belleza en su simetría; en sus flores; en sus claros y obscuros, producto de los rayos del Sol que la alimentan al amanecer. La fotografía 293 busca documentar esa fuerza porque creo que la vida siempre encuentra la forma. Esa pequeña planta enfrenta las dificultades del concreto, busca las grietas para brotar a la superficie y ver el Sol brillar, sin importar lo complicado que pueda resultar. Si tan sólo nosotros pudiéramos ser como la planta y, a pesar de nuestros problemas, encontrar la manera de florecer; quizá, sólo quizá, seríamos más felices.
El sábado inició con un amanecer más. La fotografía 294 la realicé buscando cuadros para una tarea del diplomado de fotografía. Irónicamente, la foto que elegía, la tomé en el mismo edificio. La simetría me encantó. Las líneas, los cuadros y el secreto que se puede ocultar tras la puerta de cristal. Ahora puedo imaginar algo que, tal vez, sólo tal vez, un día se pueda hacer realidad. Es una de esas imágenes típicas de mi trabajo. Tal vez un día decida cambiar el carácter de una de estas fotos.
Finalmente, si has llegado hasta aquí… Muchas gracias. Ya sólo nos quedan 10 semanas por delante y si has seguido estas publicaciones cada semana; agradeceré bastante que me lo hagas saber (un comentario, un mensaje por WhatsApp, por correo electrónico, de la forma que gustes). Aún no tengo idea de lo que haré pero es momento de empezar a considerar la creación de invitaciones personalizadas. Nuevamente, muchas gracias por acompañarme en mi Camino a los 33.
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