En mémoire
Whisky, mucho whisky y bastante presión, por parte de la revista; fueron necesarios para que finalmente abriera mi cuenta de Instagram, seis meses después de haber decidido desaparecer completamente de la era digital. Hay cierta satisfacción cuando se da la respuesta “No tengo Facebook”. Sin embargo, el trabajo demandó que tuviera presencia digital, así que acepté que fuera Instagram. Abrí la cuenta, pero me tomó varias semanas colgar la primera fotografía. Realmente no sabía que publicar, definitivamente no era un tema de contenido; de ese tengo de sobra. Simplemente no encontraba un motivo real para empezar a hacerlo… hasta que comencé a depurar los archivos de mi celular.
Hoy hace un año (6 de junio), la persona a quien dedico mi bitácora; me envió una imagen sobre un reto fotográfico de 39 días. Ese fue el motor que me empujó a iniciar la publicación de contenido. En su honor a ella; decidí iniciar la publicación diaria en mi cuenta de Instagram. A diferencia de otros retos, en los que tomo la fotografía el mismo día que toca publicar cierto tema, en éste decidí echar mano de mi extenso portafolio.
El listado lo pueden encontrar en este vínculo. La galería en esta publicación de mi bitácora, así como en Instagram, muestran un listado incompleto de imágenes. Aunque durante un muy breve momento, las 39 imágenes estuvieron publicadas; recibí el reclamo de una persona en donde su rostro aparecía. Al no tener un MRC firmado; me vi obligado a bajar todas sus imágenes de mi cuenta de Instagram y, en consecuencia, de este sitio, así que mis demás proyectos también lucen incompletos; especialmente mi Camino a los 33, pero creo que eso hace aún más especial el libro, ya es el único lugar donde se podrá ver completo. Moraleja… no más fotografías sin MRC firmado.
No fue fácil empezar, por sencillo que parezca un amanecer, regularmente son los amaneceres los que colecciono. La primera fotografía es de un viaje que hice a Seattle en marzo. En esa maravillosa playa… mi favorita, 3° C marcaba el termómetro mientras caminaba por la bahía. La sensación térmica quizá llegaba a los 0° C. Las nubes bloqueaban el atardecer, pero esperé pacientemente a que el Sol se pasara en esa brecha formada entre las nubes y las montañas. El resultado es un magnífico juego de luces y sombras. Esa tajante obscuridad entre el azul y el amarillo. La segunda fotografía habla sobre algo sin lo que puedo vivir. Mi primer pensamiento fue “Atmósfera”. Sin embargo, fotografiar la atmósfera no es tarea fácil, no desde dentro del planeta. Hice algunos intentos con algunos sistemas de calor, utilizando espejos elípticos, pero es un experimento que debo perfeccionar, quizá más adelante pueda publicar mis hallazgos. Una noche de abril, mientras observaba la Luna a través del telescopio; observé los efectos de la atmósfera sobre las orillas de la Luna, así que decidí grabar un pequeño video que logra capturar mi primer pensamiento. La tercera foto es una de las que tuve que eliminar, sólo puedo decir que son los ojos más bellos que he tenido la oportunidad de retratar. La cuarta fotografía es la más hermosa silueta que jamás haya capturado. Sin embargo, por respeto a la misma persona; decidí quitarla.
Intenté realizar la quinta fotografía de noche con la iluminación especial que le puse a mi librero, pero no me convenció; así que terminé por hacer la fotografía con luz natural. La lectura es el mejor hábito que puedo tener. Y, sin duda alguna, mi librero es mi mueble favorito. Lo curioso de esa fotografía es que, por la mesa que tengo en mi oficina; es imposible hacer esta imagen. Mis zapatos es una de las pocas fotografías que tomé el mismo día. La idea inicial era fotografiar otros zapatos, ya bastante conocidos. Sin embargo, ese día estaba boleando los míos y dije… ¿por qué no?
Siempre me ha gustado experimentar con gadgets de fotografía, por esos días estaba capturando gotas de agua. La séptima fotografía “algo que quiero” también fue suprimida de la colección, ya que detrás de la corona de la gota, hay una imagen que también hace referencia a esa persona. Animales tengo muchos en mi portafolio, pero en esos días estuve fotografiando el jardín de mi abuela y entre las muchas imágenes que tomé; logré fotografiar a esa lagartija. Me gustó la imagen porque su ojo es muy claro y parece que está mirando directamente el objetivo de mi cámara… tal vez así fue. La historia de la novena fotografía es muy graciosa. El vestido, la ropa interior y los zapatos de tacón; son props que decidí integrar a mi idea original. Unos días antes había ido al ballet y, como ya es costumbre; vestía todo de negro. Esa noche hice la fotografía, pero no me encantó. Sacando ropa de mi ropero, encontré el vestido que usamos en una sesión de Pin up, y fue entonces cuando se me ocurrió. A una amiga le pedí prestados los zapatos y la ropa interior la conseguí en Amazon y con la devolución gratuita en menos de 30 días… ¡Props de a gratis! (¡No le digan a nadie!). La foto de primer plano también salió de la tarde en el jardín de mi abuela. La Celebración fue el cumpleaños de una de mis amigas más queridas, pero tampoco la hice firmar un MRC, así que… aunque ella no reclamó, también la decidí bajar de Instagram. Aquí si la dejo porque también tengo las fotos de su boda. Las flores también son del jardín de mi abuela, lo que me encantó de esa imagen es el contraste de colores.
El blanco y negro salió de mi viaje a San Francisco en diciembre del año pasado. Es una imagen interesante porque va en contra de todas las buenas prácticas de la fotografía. Pero creo que esa aberración óptica le da una sensación diferente. Lo que para muchos es un error, para mí es un recuerdo… La calle es de mis fotos favoritas, porque es una calle donde realmente hay tránsito vehicular. Sin embargo, se trata del cementerio de Cuetzalan. Una foto que realicé en 2015, caminando solo por las obscuras calles de tan maravilloso lugar. La persona desconocida se trata de una imagen que tomé con mi celular. Mientras esperaba a que iniciara una producción para la revista; miré la silueta formada por la persona ahí parada, rompiendo toda la simetría del encuadre. Sin dudarlo, tomé la foto con el celular, no quería que el momento se me pasara intentando sacar mi cámara. Es una de mis favoritas de este reto.
El almuerzo salió de una producción para el restaurante KO MA. No sé que almuercen ustedes; pero, últimamente, yo he almorzado cosas fascinantes. La luz de la decimo séptima imagen también tuvo que ser retirada. Sin embargo, la obscuridad soy yo. El paisaje, si recuerdan, es de un viaje místico que hice el año pasado. Una de las mejores fotografías infrarrojas que capturé ese día. A veces me sorprendo de que no tengo tantas fotos de nubes, si me la paso mirando el cielo. Siempre que salgo de un edificio, lo primero que hago es mirar al cielo, no importa si es de día, de noche, con o sin lluvia. Pero esa nube estuvo modificando drásticamente la luz en nuestra sesión con modelo para la revista. El retrato fue una producción que hice para una amiga que, poco a poco, ha ido confiando en mi capacidad como fotógrafo. Además, quien expresamente me dio autorización para compartir su fotografía.
Y teniendo tantas imágenes de naturaleza, fue sumamente difícil elegir una que realmente me gustara. Así que decidí poner una de mi viaje a Xilitla. Fue en 2014, si no mal recuerdo. Lo mejor de ese viaje aparece oculto en el fondo de algunas de mis imágenes. Quien diría que cinco años después las cosas serían así. Esa fotografía la tomé desde lo más alto que logré subir en la zona boscosa. De esas veces que decido perderme completamente solo en lugares donde, probablemente, no es tan buena idea hacerlo. El lujo también salió de la producción para KO MA, definitivamente, sus salones están llenos de eso. La vista de su cava es fenomenal. Mi cuarto obscuro fue el tema de la fotografía 24. Mi equipo un tanto amontonado, pero finalmente tiene su lugar reservado en casa. La fotografía 25 fue un tanto polémica, hubo quien me dijo que eso no era una puerta. Pero, más allá de que si hay una puerta en la reja que impide el acceso a la antigua iglesia; aún se conserva el arco de la puerta carente. Además, la perspectiva con la que tomé la fotografía; justamente intenta hablar de otro tipo de puerta. Esta es otra de las pocas fotografías que tomé el mismo día.
Otra fotografía de mi archivo. Esa época en la que me invitaban a cubrir las presentaciones de La Mulata de Córdoba. De esos experimentos que decido hacer. Me enseñaron que con el trabajo no se juega… pero a veces se logran resultados de estos, que bien valen la pena. La fotografía de deporte salió del juegazo de los Raiders contra los Steelers. ¡Partidazo! Originalmente, la fotografía 28 es la que había considerado para que fueran mis zapatos, pero al final decidí que fuera la del agua. Esa imagen también salió de mi viaje a Xilitla y, si no mal recuerdo, la hice con el celular. La advertencia que luce antes de entrar al Calabozo de mi Fortaleza de la Soledad. También fue una foto que hice el mismo día… un día maravilloso, por cierto. El mejor día de mi año… hasta ahora.
Un año atrás estaba cubriendo el Fashion Week y creo que no podía haber mejor foto para el tema de moda. Por la noche se pueden observar cosas maravillosas desde mi balcón, desde tormentas eléctricas hasta planetas. Por cierto, es una fotografía aplaudida por mi asesor de NYIP. La señalización la fui a encontrar en una época en la que no tenía mucha idea formal de lo que significaba hacer fotografía. Por allá de 2008 tuve la oportunidad de viajar a Nueva York y de ese viaje saqué esa foto con la señalización “One Way”… the only way, I may say.
Sin duda alguna, hay cosas bellas en el Centro Histórico de nuestra Ciudad de México, no hace falta ir tan lejos. La casa la fotografié por allá de febrero de 2014, en esa época en la que solía salir a fotografiar con mi tocaya. Probablemente una de las últimas fotografías tomadas con mi cámara Sony antes de enviarla a convertir en IR. Mi área de trabajo no es la más organizada que digamos, realmente no tenía idea de que publicar en el trigésimo cuarto día, así que terminé por tomarme una foto mientras editaba unas fotografías que debía entregar.
Mi mayor obsesión, bien lo saben, son los rompecabezas. Decidí utilizar una de las imágenes de mi Camino a los 33 porque, quizá es la mejor representación de mi TOC cuando armo rompecabezas. Algo que procuro evitar porque no conozco la moderación una vez que inicio. La rutina fue la foto que desató la polémica con el tema de privacidad. La imagen habla sobre mi rutina diaria de tocar el piano, al menos, 15 minutos. La tomé mientras el amanecer iluminaba mi piano, así que fue una captura de larga exposición. El problema fue que justo frente a mí aparecía el retrato de una persona. Tengo la perfecta fotografía de alguien a quien amo, pero aunque su identidad se esconde tras un lindo antifaz… decidí no publicar esa imagen, incluso decidí bajarla también de este sitio, donde bastante tiempo estuvo publicada. El recuerdo de la infancia es otra imagen de mi diario fotográfico. Es de las que más me gusta, aunque es un recuerdo implantado por la imagen que sostengo, porque por más que lo intente; no tengo recuerdos de esa edad.
Imaginé que crearía un autorretrato nuevo para el final de este reto, al menos, esa era la intención, pero lo cierto es que la imagen que tengo en mente… no creo poder hacerla solo. No puedo estar en dos lugares de forma simultánea… ¿o sí? De cualquier forma, el autorretrato que publiqué es previo al de la obscuridad… de hecho, quizá es de esa época en la que la tormenta comenzaba, pero fue un resultado que me agradó bastante.
Luego de hacer este largo viaje de 39 días; varias cosas se desataron en mí. Primero, las ganas de revisar todo mi archivo fotográfico y ver qué cosas interesantes hay. Definitivamente hay mucho que revisar e invariablemente evocaré recuerdos de épocas probablemente ya olvidadas, pero siempre resulta enriquecedor descubrir que nuevas emociones fluyen cuando observas hacia el pasado. Ahora el verdadero reto es seguir publicando contenido. Me han “sugerido” que utilice etiquetas en mis imágenes, pero, honestamente, sólo publico cosas porque la revista lo necesita. Así que los seguidores que tenga; serán extremadamente orgánicos.
El aprendizaje, detrás de todo esto, es muy claro. Siempre asegúrate de firmar un MRC. ¡Siempre! Más allá de eso, ha sido una nueva chispa para empujar con fuerza mi parte fotográfica nuevamente. Como lo habrán podido notar; la he tenido almacenada un tiempo. Era necesario. Y quizá tome tiempo antes de volver a tomar un ritmo constante de producción… pero me queda claro que cuando encuentras los motivos correctos… En mémoire…
P.S.: I love you
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