Camino a los 33 (Road to 33): Semana 8
Cada semana estoy más deteriorado física, mental y emocionalmente. Creo que las fotografías de esta semana son un reflejo de eso. Esta semana rompí la barrera de los 50 y aunque no haré un corte hasta el primer cuarto del año; siempre es agradable cruzar los 50. Justamente, la fotografía 050 es una autorrepresentación. Para mí ese alebrije representa una mítica Ave Fénix, esa misma que resurge de entre sus cenizas.
La fotografía 051 fue el resultado de levantarme tarde. Justo salí de la cama, caminé hacia la puerta y alcancé a notar el sol a través de la persiana, así que corrí a la sala por la cámara y la vela. Desde que el vidrio de la ventana se rompió; siempre he creído que parece una cara de toro… o un espermatozoide, aún no lo termino por decidir. Simplemente me tiré al suelo y busqué hacer que la luz del sol pasara a través del ovoide formado por el pegamento… intentando formar un ojo.
He comenzado a salir. Poco a poco comienzo a tomar fotos en exteriores. La fotografía 052 es el resultado de la experimentación a obscuras. Es increíble la cantidad de colores que la cámara percibe, aunque mis ojos ya no los vean.
Para la fotografía 053 decidí prender fuego dentro del departamento, otra vez. Creo que mi piromanía tendrá consecuencias graves algún día. Me gusta el humo. Quizá lo integraré a otras fotografías en alguna otra ocasión. Simplemente necesitaba una luz continua para resaltar el humo. Y a falta de una… decidí utilizar el horno de mi estufa.
El día jueves volvió a llover. La fotografía 054 es el resultado de la fortuna de haber estado ahí. Los restos de lluvia hacen juego con los restos de vela, que representan mis propios restos. Totalmente quebrado, sin un orden pero, al mismo tiempo, conservando una magnífica armonía.
Cada semana se juntan más corchos en el recipiente donde los conservo. Cada uno representa una historia; cada uno es parte de mí. Ya sea que haya compartido ese vino o lo haya tomado solo… Los recuerdos que guardan cada uno de ellos; están representados en esa fotografía 055.
Por último… la vela contempla un atardecer, sabiendo en su interior que su tiempo se agota. El principio del final. La nostalgia de saber que todo es temporal en esta vida. Todo lo que inicia; termina.
Sin duda alguna, esta ha sido una de las semanas más complicadas en este proyecto. La pereza mental a veces me invade. A veces mi agenda saturada me tiene agotado. Pero aunque sea con poca creatividad; me he mantenido a flote. Un nuevo mes está por comenzar y esa es una nueva oportunidad para reinventarme y darle un nuevo sentido a este proyecto.
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