La semana 41 fue una verdadera montaña rusa. Comenzó en un punto muy alto emocionalmente y de golpe se hundió por un par de días. Al final, la semana volvió a terminar de forma maravillosa. Una muestra más de que no importa qué tan fuerte y repentinamente las cosas se tornen obscuras… siempre tendré la oportunidad de elegir ser una luz en el camino.
El domingo inició donde el día anterior terminó. Y ese último abrazo me hizo saber más de lo que me habría gustado descubrir. Al volver a casa decidí publicar algunas fotos. Mientras esperaba, me acosté un momento en el sillón y abracé mi almohada, fue entonces cuando percibí el aroma de esa persona especial, y ya no quise soltarla hasta que me dormí. Unas horas después desperté cuando amanecía y tomé una foto para E.L.L.A. Me apresuré para ir por una amiga que quería unas fotografías. Preparé hotcakes para desayunar juntos y después pasamos horas tomándole fotos. Me permitió hacer mis primeros experimentos con fotografía infrarroja pero en retrato. Así que mi agradecimiento especial por ayudarme a explorar nuevas posibilidades. Antes de llevarla a casa pasamos a comer y platicamos largas horas. Al final, fueron cerca de nueve horas juntos. Para alguien como yo, que elige pasar el 90% del tiempo solo; resulta bastante agradable poder compartir el día entero con alguien. La fotografía 281 me pareció fabulosa y sólo tengo más ganas de seguir explorando con nuevos esquemas de iluminación. Es todo un reto porque no es nada fácil sincronizar la cámara Sony con flashes Nikon… pero para un ingeniero no hay cabida para “No compatibles”. Creo que el autorretrato acaba de tener un renovado interés porque, definitivamente, no pediré voluntarios.
El lunes fue cumpleaños de ella. Así que me aseguré, después de tres semanas de no escribirnos; de desearle feliz cumpleaños en los primeros minutos del día. Originalmente había pedido el día para invitarla a comer o algo, sin saber que la distancia ya sería demasiada para entonces. Al amanecer, las cosas se pusieron peor. Pero esos son los riesgos de volar alto y sin miedos. Las caídas tienden a ser violentas pero, a veces, oportunas y muy necesarias. Mientras comía; terminé de ver la película de Tigger y lloré como no había llorado en bastante tiempo. Ahora recuerdo la razón por la que me gusta tanto esa película. Después de tanta tristeza y tanto llanto, decidí escaparme un rato a jugar Gears of War 4; Solo en Insane; acompañado de un buen mezcal Tobalá para el mal de amores. La fotografía 282 busca documentar ese momento de sano esparcimiento.
El martes, por fin, le puse orden al gimnasio. Le di una sacudida y volví a colocar la rutina. Ahora sólo hace falta que haga espacio en la agenda para volver a pasar horas ahí. La lluvia no ayuda, eso hace que llegue más tarde de lo planeado. Pero es importante empezar a recuperar ese hábito. Con la fotografía 283 decidí documentar el inicio de un nuevo esfuerzo… pues este proyecto comienza a agonizar y recuperaré horas de mi vida.
El miércoles desperté un instante y al mirar por la ventana noté un espectacular color dorado. Como suelo dormir con una cámara a mi lado, simplemente la tomé y capturé ese momento con la fotografía 284. De algún modo, me recuerda que a pesar de la tormenta, siempre hay algo espectacular y hermoso al final. Además, me resulta más agradable dormir con una cámara al lado que con un arma bajo la almohada. Después de hablar por horas con esa persona especial; decidí ofrecerle un trato que me encantaría que aceptara. Finalmente, le agradecí a ella por darme más herramientas para ayudar a más personas.
El jueves inicié el día muy temprano y decidí tomar una foto del amanecer porque al llegar al estacionamiento noté que comenzaba a clarear pero las nubes aún lucían un poco densas. Entonces los naranjas y amarillos del amanecer contrastaban con el eléctrico azul de las nubes. Sabía que para poder obtener el mayor color debía hacer una larga exposición. El resultado en la fotografía 285; me encantó.
El viernes estuve en casa. Eso me permitió tomar una fotografía para E.L.L.A. El día, en general, estuvo ocupado. Hice algunos pendientes del trabajo y de la casa. También tuve tiempo de jugar Gears of War 4 con uno de mis hermanos, mientras esperaba el momento más anhelado del día y de la semana. Por fin pude volver a ver a esa persona especial. Vimos una fracción de Superman Doomsday, compartimos bocadillos y una maravillosa botella de vino. Luego la plática se tornó fantásticamente sincera y profunda; cada vez disfruto más esos momentos. Mientras mirábamos la vida pasar desde el balcón; se me ocurrió capturar ese momento en la fotografía 286. Porque hay instantes y abrazos que quisiera que jamás terminaran y como dice una de las paredes de la Galería Fotocreativa: “Si un fotógrafo se enamora de ti, jamás morirás”. Quién diría que al final terminaría cantándole una canción del grupo que no me gusta… y resulta ser su favorito.
El sábado inició al lado de esa persona especial. Realmente me encanta cuando el tiempo no nos es suficiente. Es fascinante brincar el día a su lado. Incluso las noches son mejores cuando las comparto con esa persona especial. Al volver a casa, miré nuestras copas y suspiré… Así que decidí conservar esa emoción en la fotografía 287.
f/7.1
1/60 sec.
ISO-100
55 mm
Sony SLT-A55V (IR Camera)
f/3.5
1/60 sec.
ISO-250
16 mm
SONY ILCE-6000
f/4
1/60 sec.
ISO-250
19 mm
SONY ILCE-6000
f/8
1/125 sec.
ISO-100
50 mm
SONY ILCE-6000
f/11
30 sec.
ISO-100
16 mm
SONY ILCE-6000
f/9
30 sec.
ISO-100
18 mm
Nikon D7100
f/9
1/125 sec.
ISO-100
26 mm
Nikon D7100
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