La semana 44 estuvo llena de bodegones, o como también se les conoce: fotografía de naturaleza muerta… y, en mi caso, ilusiones muertas. Pero seré leal a mi voto de silencio y a partir de esta semana la galería de fotografías estará al principio. Después el texto que hable más sobre las imágenes y menos sobre mí. Así no abrá necesidad de que lean cosas irrelevantes a las fotografías.

 

302/365 El Calabozo. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 2 de julio de 2017, 19:16 hrs.

f/8
1/60 sec.
ISO-100
22 mm
Nikon D7100
303/365 De Un Lado A Otro. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 3 de julio de 2017, 00:57 hrs.

f/8
1/60 sec.
ISO-100
18 mm
Nikon D7100
304/365 Limpia El Calabozo Y Ordena Tu Alma. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 4 de julio de 2017, 12:07 hrs.

f/5.6
1/60 sec.
ISO-100
18 mm
Nikon D7100
305/365 Un Cachito De Mí. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 5 de julio de 2017, 21:55 hrs.

f/5.6
1/60 sec.
ISO-100
56 mm
Nikon D7100
306/365 Brío Reprimido. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 6 de julio de 2017, 21:50 hrs.

f/5
1/10 sec.
ISO-1600
60 mm
Nikon D7100
307/365 Limpiando Recuerdos. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 7 de julio de 2017, 23:43 hrs.

f/3.5
1/40 sec.
ISO-3200
16 mm
SONY ILCE-6000
308/365 La Última Cena. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 8 de julio de 2017, 16:29 hrs.

f/3.5
1/125 sec.
ISO-800
16 mm
SONY ILCE-6000

 

El domingo decidí limpiar mi calabozo. En más de dos años no había hecho el menor intento por poner orden ahí. Sólo le aventaba más cadáveres. Aunque era tarde; decidí que era momento de hacerlo. Así que tomé un bodegón con la fotografía 302 para documentar el estado inicial: Asqueroso.

El lunes continué limpiando. De hecho, la fotografía 303 la tomé casi a las 0100 hrs., justo antes de dormir. Un bodegón para documentar que lo único que había hecho era sacar todo de un lugar para estorbar otro. Pero este sería el punto de partida. El caos.

El martes fue cumpleaños de mi hermano. Lo felicité temprano y por la tarde me aseguré de verlo. Antes de eso; decidí terminar de limpiar. Fue muy poco lo que faltó el día anterior. El calabozo dejó de existir y, por fin, puedo utilizar ese espacio recuperado como un diminuto estudio fotográfico. Me tomó más de dos años pero finalmente le puse orden y, en el proceso, también he limpiado mi alma. Ahora estoy en paz. La fotografía 304 es un bodegón que documenta el estado final de ese lugar. Consideré importante hacer esta serie porque se dice que el estado de nuestra casa es el reflejo de nuestro interior.

El miércoles fue un día muy activo. Después de muchos días ausente en la oficina; tenía mucho trabajo. Tuve un cambio de horario y me costó un poco acoplarme. Al llegar a casa atendí otros pendientes. Fue entonces cuando recordé que no había tomado la foto. Pensé en algo sencillo. Recordé el pedazo de vidrio roto, que tallaba con tanto amor el día lunes, y decidí hacer una autorrepresentación con la fotografía 305. No es del todo fácil tomar una fotografía a mano alzada cuando estás usando las dos manos dentro del encuadre.

El jueves fue un día largo con mucho trabajo pero ya tenía una idea de la foto que quería. Llegando a casa realicé algunas actividades urgentes y después saqué la caja de luz. Me puse a experimentar con la esfera de plasma. La fotografía 306 es una autorrepresentación de mi propio ímpetu contenido por los más recientes acontecimientos. La fotografía me costó trabajo lograrla de una forma que me agradara. La luz que emite es muy tenue, así que inicié trabajando con largas exposiciones pero en ese momento se convertía en una especie de pintura de luz y el resultado no me agradó, una simple bola rosa sin estructura ni carácter. Me vi forzado a elevar el ISO casi al máximo y reducir la exposición lo más posible. Aun así, el resultado es un tanto barrido pero tiene más carácter que en los intentos anteriores. Este día se terminaron las páginas de mi bitácora de proyecto. Y por pura curiosidad comencé a leer pasajes del principio; terminé llorando. Ha sido un año tan consciente… que cada línea refleja algo importante de cada día que he vivido desde que inició mi Camino a los 33.

El viernes estuve en casa todo el día trabajando y fue muy frustrante pues toda la mañana había estado ocupado en algo que tuvo que ser borrado porque me dieron las versiones equivocadas. Por la tarde decidí seguir limpiando mi casa. Aún hay tanto por sacudir y ordenar. Terminé muy cansado pasadas las 2300 hrs. y me di cuenta de algo que suele ser un problema: emito demasiado calor. Los vidrios del balcón estaban completamente empañados. Me puse a rayar con el dedo, cómo cuando era niño. Terminé limpiándolos también porque tenían bastante polvo. Hoy fue el fatídico día que el abandono de una conversación anuncia el desenlace de una historia. Limpiar esos vidrios fue limpiar mis recuerdos. La fotografía 307 es una autorrepresentación de todo ese proceso interno que deberé continuar estoicamente.

El evento programado para el sábado era algo que solía esperar con emoción. No más. Fue algo tan… angustiante desde un principio. Tomé una serie de decisiones y todas con consecuencias negativas. Cociné con mucho amor aunque ya sospechaba lo que sucedería. Lo confirmé cuando recibí el “Tengo que decirte algo”. A veces me asusto demasiado cuando puedo leer a alguien como libro abierto. Cuando puedo adivinar sus pensamientos. Cuando puedo saber exactamente lo que me dirá. Muchas veces bromeo con mis súper poderes… y aunque yo no soy ningún Spiderman… comparto su sentir With great power comes great responsibility. This is my gift; my curse. Tengo un don para relacionarme con las personas pero también es mi maldición. La fotografía 308 es un bodegón que documenta el esfuerzo por preparar nuestra última cena.

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