El domingo decidí hacer algunas de las tareas del diplomado; entre ellas, el autorretrato de extremidades superiores. La fotografía 246 es simple pero tiene un mensaje que revela el título. Hace unos días le platicaba a una persona especial que mi motto en los últimos años ha sido: “Si no quieres estar, alguien más querrá estar. Y si nadie más quiere estar, al menos yo estaré. Y con eso me basta.” De eso habla la fotografía. En un día, como ese, en el que me sentí un tanto ignorado; me basta con recordar que siempre estaré yo para darme una mano.
El lunes, ya entrado en eso de los autorretratos, hice algo que traía en mente días atrás. Con lo que hemos visto en el diplomado de fotografía, simplemente encontré la motivación para concretarlo. La fotografía 247 es un autorretrato que pretende ilustrar mis súper poderes, como cuando digo que veo más allá de lo evidente.
La intención era generar de forma continua la serie de autorretratos de Los Tres Changuitos pero el martes me llamó ella para ir a cenar y no pude negarme. Con la fotografía 248 documenté la espera de ese ansiado encuentro. No cabe duda que hay personas que me llenan de alegría y energía de una forma especial; ella siempre ha sido una de ellas.
Llegué con tanta energía al departamento, que decidí hacer la fotografía 249 antes de dormir. Continué con el segundo autorretrato que habla de mi capacidad de escuchar ciertas cosas, aun cuando pareciera que no estoy prestando atención. Haciendo referencia a que siempre estoy para escuchar a quien lo necesite, sin importar el lugar, la hora o la época.
El jueves realicé la tercera fotografía de la serie de autorretratos de Los Tres Changuitos. La fotografía 250 hace referencia a que siempre tengo la disposición de hablar, aun cuando he hecho un voto de silencio. Que mis palabras suelen ser pocas pero significativas.
El viernes llegué temprano al departamento y me puse a hacer otras cosas. Tuve que trabajar en la noche. Pero después me senté en el sillón, apagué todas las luces y quité la música. Sólo escuchaba el sonido de los autos. Decidí tomar varias fotografías de larga exposición. Los resultados fueron agradables con las nubes pero creo que debo mejorar la técnica. La fotografía 251 es una expresión de cómo veo el mundo cuando me siento en completa soledad a contemplar la vida pasar.
El sábado ocurrió algo inesperado, tanto que ni tiempo tuve de documentarlo. En la galería me encontré a una antigua conocida que tenía cerca de una década que no veía. Fue uno de esos eventos afortunados, como muchos otros que ocurren a lo largo de un año. La fotografía 252 es un documento porque me la pasé cociendo toda la tarde y gran parte de la noche. De esas cosas que de pronto me da por hacer en el momento menos oportuno.
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