Esta ha sido una semana llena de emociones que terminó en una nota alta. A principio de año envié varias cartas, al parecer, tres no llegaron a destino y dos más fueron devueltas al remitente. Irónicamente, entregué esas dos cartas antes de que regresaran a mí. Así que el domingo decidí documentar ese pedazo de memora biblia con la fotografía 232.

El lunes me tuve que reportar muy temprano en la oficina y me perdí el amanecer pero en algún momento que miré a la lejana ventana, observé como la luz entraba por las persianas y decidí capturar la fotografía 233 que me hizo sentir como un prisionero que intenta ver los pocos rayos de Sol que entran a su calabozo.

El martes decidí llegar a casa y hacer experimentos con fotografía macro. Creo que estoy llegando demasiado lejos; en mi afán por obtener el máximo aumento posible, estoy perdiendo definición. Necesito inventar una especie de soporte móvil para sostener el fuelle y no tener tanta vibración. De todo lo que hice, seleccioné la fotografía 234 porque es bastante abstracta. La cual logré utilizando una lupa como base para poder iluminar con luces de colores por debajo. Los objetos son pequeños granos de sal refinada. Me hace pensar en una especie de lluvia de meteoritos o, tal vez, una estrella que está destruyendo a sus planetas aledaños. Como sea, me agrada haber creado una especie de espacio exterior a partir de un mundo diminuto.

El miércoles trabajé desde casa, así que aproveché para planchar mi ropa por la noche. Mientras lo hacía, veía salir el vapor y pensé que sería muy difícil capturarlo pero recordé que alguna vez, no hace muchos días, ella dijo que yo era como una planchita. Me causó gracia y decidí hacer la toma 235. Nuevamente, una simple fotografía se transforma en una autorrepresentación, por las más sencillas referencias en mi vida.

El jueves llegué tarde a casa pero justo a tiempo para ver en vivo la primera selección de los Raiders en el Draft de la NFL, así que la fotografía 236 la hice hasta que terminó la transmisión (hay prioridades, evidentemente). Ya había imaginado lo que quería tomar, sólo fue cuestión de jugar con la posición de las monedas. Al final, la idea original es una especie de autorrepresentación porque hay una moneda de mi año de nacimiento pero también es una referencia a una fotografía de la semana pasada… y eso lo descubrí hasta la postproducción.

El viernes me levanté temprano a fotografiar el amanecer. Simplemente no puedo dejar de hacerlo. Y aunque tengo un proyecto sobre eso, sabiendo que estaría bastante ocupado el resto del día, la fotografía 237 saldría de ahí. Además, siempre hay tantas imágenes diferentes en un lapso tan corto, que no me cansaré de incluir fotografías de amaneceres en este proyecto también. De cualquier forma, son parte de mi día. Como ha ocurrido anteriormente, procuro tomar una fotografía para E.L.L.A. y una para mi Camino a los 33. Este fue un día especial porque por la noche fui a ver El Hombre de la Mancha. Uno de mis musicales favoritos, desde que tuve la oportunidad de participar en una producción hace muchos años. Este día, nuevamente, me conmovió mucho más de lo que imaginé. Sin duda alguna, me siento como el Caballero de la Triste Figura. Ella alguna vez me dijo que yo debía venir de otra época, por las cosas que hago, la forma en que escribo, el modo en que amo. Pero aun estando fuera de época, aun siendo anticuado, sigo siendo leal a mis ideales, sin importa las burlas que he recibido a lo largo de la historia. Sigo disfrutando de mi sueño imposible.

«Es mi ideal la estrella alcanzar
No importa cuán lejos, se pueda encontrar.
Luchar por el bien, sin dudar ni temer
Y dispuesto a mi vida entregar si lo dicta el deber.

Y yo sé que si logro ser fiel
A mi sueño ideal,
Estará mi alma en paz al llegar
de mi vida el final.»

Durante varios días he visto ascender a Venus sólo unos minutos antes del amanecer, así que decidí capturarlo pero luego de varios intentos satisfactorios y no satisfactorios, me di cuenta que en la fotografía 238 había creado algo diferente, un accidente creativo. La idea original sólo era apuntar el láser a Venus y tomar la foto. Sin embargo, había unas pocas nubes y decidí hacer una larga exposición para tomar toda la belleza de la hora azul y, al mismo tiempo, generar un efecto de trazos de oleo con el movimiento de las nubes. El láser verde estaba apuntando a Venus, pero al ser una exposición larga, Venus también generó un trazo en el cielo, una pequeña línea de luz; pareciendo que con el láser estaba haciendo una grieta en el cielo. Alguna vez ella me ha dicho que vengo de otra época, quizá de otro planeta o de otra galaxia o algún universo lejano… Tal vez, sólo tal vez, es momento de llamar a casa.

 

232/365 De Ida Y Vuelta. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 23 de abril de 2017, 21:29 hrs.

f/4
1/25 sec.
ISO-400
27 mm
Nikon D7100
233/365 Tras Las Rejas. Santa Fe, Ciudad de México, México. 24 de abril de 2017, 07:42 hrs.

f/5.6
1/60 sec.
ISO-125
50 mm
SONY ILCE-6000
234/365 Lluvia De Meteoritos. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 25 de abril de 2017, 22:52 hrs.

f/0
1/60 sec.
ISO-100

Nikon D7100
235/365 Tórrido. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 26 de abril de 2017, 21:47 hrs.

f/5.6
1/100 sec.
ISO-100
90 mm
Nikon D7100
236/365 Tesoro Escondido. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 27 de abril de 2017, 23:04 hrs.

f/5.6
1/60 sec.
ISO-100
35 mm
Nikon D7100
237/365 Sueño Imposible. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 28 de abril de 2017, 07:33 hrs.

f/22
1/100 sec.
ISO-100
18 mm
Nikon D7100
238/365 Llamando A Casa. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 29 de abril de 2017, 06:08 hrs.

f/11
107 sec.
ISO-100
18 mm
Nikon D7100

 

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