Las semanas siguen siendo una montaña rusa. Hay días medianamente buenos y días sumamente malos. En ese vaivén de emociones; encuentro espacio para capturarlas y reflejarlas en una imagen.
La fotografía 148 está dedicada a un evento que cambió mi vida hace siete años. Justo el día que un colibrí apareció por primera vez en mi jardín. Ese colibrí que, hace varios años ya; decidió no volver y, aun así, estaré eternamente agradecido por su breve pero significativa visita.
Porque también hay que celebrar la vida y los buenos momentos; la fotografía 149 es un saludo, un tributo y una dedicatoria a la hija de una amiga muy querida.
La fotografía 150 es un reflejo de un mal día. Uno de esos en los que no quise hacerme suficiente tiempo y, simplemente, improvisé algo horrible. La fotografía hace referencia a una persona y los tres balines de diferente color hablan sobre esas tres ocasiones.
Los inicios siempre dan la oportunidad de empezar nuevamente. El inicio de mes trajo consigo una escena que me hizo reflexionar. No tenía idea de que fotografiar pero llegué temprano a casa y vi la nube por el balcón. Así que decidí tomar la fotografía 151 en referencia a que sin importar que tan obscuro se ponga todo a mí alrededor, siempre hay un instante de luz.
Mientras leía mi libro de estas semanas; me encontré con un reflejo de mí mismo. Una rama de una planta que parece ser parte de un todo pero que, al mismo tiempo, se encuentra completamente solo. La fotografía 152 es una referencia a una vieja colección que solía llamar Rostros de la Soledad.
Las calles nocturnas siempre me llenan de nostalgia, creo que eso ya lo había mencionado antes. Hoy me encontré con una imagen urbana en medio de un pueblo mágico pero que refleja la profunda nostalgia que llevo en mi interior. La fotografía 153 es la representación de mi actual vida. Un instante común que puedo mirar de forma triste y convertirlo en algo diferente a lo que es. Sin importar lo feliz que sea en otros aspectos de mi vida, como lo era en ese instante con los amigos que compartí este viaje. Siempre encuentro un espacio, instante, un momento para sentir lo que me perturba.
Continuando con el viaje de este fin de semana, logré capturar cientos de fantásticas imágenes. Es el primer día que realmente sufro para elegir una fotografía porque tenía muchas opciones. Sin embargo, la fotografía 154, resulta ser esa ventana a mi realidad. Esa fantasía que me rescata en los momentos más obscuros de mi vida. Por eso es agradable haber esperado hasta el momento adecuado para incorporar lo que ya resulta ser mi especialidad, mi propio estilo. La primera fotografía infrarroja del proyecto; una imagen que captura la tristeza que hay en mi interior y la plasma en ese paisaje frío y solitario. Y al mismo tiempo, es un paisaje que me llena de paz; que refleja la tranquilidad que tengo cuando la cámara y yo somos uno mismo. Ese mundo en el que mis problemas no tienen lugar, ese mundo al que pertenezco y al que me entrego con cada fibra de mí ser. Sin duda alguna, la semana terminó en una nota alta gracias a las personas con quien compartí estos últimos dos días y por la alegría de haber encontrado, nuevamente, la puerta al mundo en el que me perderé durante las siguientes semanas, meses o años.
f/8
1/60 sec.
ISO-100
16 mm
SONY ILCE-6000
f/5
1/60 sec.
ISO-400
66 mm
Nikon D7100
f/4.5
1/60 sec.
ISO-400
18 mm
Nikon D7100
f/10
1/60 sec.
ISO-100
80 mm
Nikon D7100
f/5.6
1/60 sec.
ISO-1600
50 mm
SONY ILCE-6000
f/5.6
1/60 sec.
ISO-4000
85 mm
Nikon D7100
f/5.6
1/60 sec.
ISO-400
18 mm
SONY SLT-A55V (IR Camera)
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