Camino a los 33 (Road to 33): Semana 1

Quienes me conocen, saben que el Lenguaje Corporal es uno de los varios temas que me apasionan, y dentro de la fotografía se le puede sacar mucho provecho. La expresión o postura correcta pueden hacer de una buena fotografía, una excelente fotografía. Sin embargo, también tienen el poder de arruinarla.

Las microexpresiones son pequeños gestos que hacemos cuando sentimos la emoción ligada a la expresión. Se denominan micro porque su duración suele ser menor a un segundo. Por lo que en las fotografías siguientes, realicé un esfuerzo para sostener la microexpresión una vez que la sentía en mi rostro.

La siete microexpresiones universales son:

1. Tristeza
2. Ira
3. Sorpresa
4. Miedo
5. Disgusto
6. Desprecio
7. Felicidad

Decidí fotografiarlas en ese orden porque hice el mayor esfuerzo para generar una expresión natural, lo que significa que me puse en alguna situación para sentir cada una de esas emociones y, en consecuencia, capturar la microexpresión correspondiente. A continuación se encontrarán con una breve descripción de la microexpresión y cómo identificarla. Posteriormente vendrá una nota tomada de mi bitácora de proyecto donde describo como logré la fotografía; es importante mencionar que dichas notas revelaran información personal que pueden ignorar, si así lo desean.

 

Tristeza: La tristeza se puede identificar en dos puntos. El primero, y más obvio, la boca curvada hacia abajo. El segundo es en las cejas; se juntan ligeramente en el centro y se levantan en ese punto, justo encima de la nariz. La tristeza resulta ser la microexpresión más complicada para fingir porque es muy difícil controlar los músculos de la parte superior del rostro.

Nota: Decidí comenzar por la tristeza porque, en ese momento, era la emoción más fuerte en mí. Me sentía muy triste ese día y resultó más sencillo ponerme en una situación donde fluyera la tristeza, que intentar generar cualquier otra emoción. Las emociones y las microexpresiones están fuertemente ligadas. Si sientes; entonces la microexpresión se generará. Si generas la microexpresión; entonces sentirás la emoción. A consecuencia de eso, terminé más triste ese día. Lloré desconsolado durante varios minutos pero me había guardado tanto en los últimos días que, al parecer, era necesario. Al final, este proyecto desde el día 1 resultó terapéutico.

 

Ira: La ira, el enojo, el enfado (sinónimos) se identifica porque se frunce el ceño; las cejas se juntan y se hacen hacia abajo. Y los labios se aprietan formando una línea recta. Es muy común que las personas hagan este gesto cuando tienen una fuente de luz que les da directamente en el rostro: Sol, flash, luz continua, etc.

Nota: No cabe duda que la ira, o enojo; es la emoción que más se me dificulta sentir. Me cuesta mucho sentirme enojado. Es muy común que alguien me pregunte

“¿Estás enojado?”; cuando mi rostro refleja cualquier otra cosa, menos enojo. Lo más común es que sea mi cara neutral (que no es tan neutral, debido a la forma de mi boca y mis prominentes cachetes) o que sea tristeza. Fue un doble reto realizar esta foto porque no había luz en el departamento, entonces la tomé en completa obscuridad. Sin embargo, utilicé mi enojo contra la compañía de luz para intentar generar la microexpresión.

 

Sorpresa: La sorpresa se identifica porque levantamos las cejas de forma curva y la boca suele abrirse de forma relajada. Esta microexpresión se puede confundir

con el miedo, que revisaremos en el siguiente punto.

Nota: Es muy difícil fotografiar la sorpresa porque ocurre en una fracción de segundo. Sin embargo, he intentado hacerlo de la forma más auténtica posible, aunque la apertura de mi boca no luce tan relajada porque me estaba riendo de mis caras.

 

Miedo: Esta microexpresión es muy similar a la sorpresa porque, de igual forma, se levantan las cejas y se abre la boca. Las diferencias son las siguientes: las cejas se levantan pero planas, no están completamente curvas como en la sorpresa. La boca se abre pero no tanto como en la sorpresa. Además, nuestros ojos se abren lo más posible. La explicación científica de esto es porque cuando nuestro cuerpo siente miedo; entra en modo: Correr o pelear. Nuestros ojos se abren lo más posible para obtener la mayor cantidad de información a nuestro alrededor y nuestra boca se abre para jalar una bocanada de aire. Incluso nuestras piernas y brazos se pueden llegar a tensar, alistándose para la huida o la batalla.

Nota: En este momento me resulta muy complicado sentir algo diferente a la tristeza. Además, el miedo es inexistente para The Fearless Man. Para llegar a sentir un poco de miedo recurrí a una de las cosas que me pone más… alerta: la obscuridad. Además, puse audios de llamadas extrañas y escalofriantes que

realizaron al 911. Así que cuando sentí que se me erizaba la piel, simplemente presioné el botón del control y traté de sostener la expresión en mi cara.

 

Disgusto: Es una de las microexpresiones más sencillas de identificar porque es cuando arrugamos la nariz y levantamos el labio superior, justo como cuando olemos algo desagradable. Es importante mencionar que el disgusto y el desprecio están catalogados como el lenguaje de odio. Así que si notan que alguien está haciendo ese gesto, es importante identificar qué es lo que le está molestando.

Nota: Esta fue una de las microexpresiones más sencillas de sentir, provocar y fotografiar. Bastó con oler los botes de basura.

 

Desprecio: Esta microexpresión es la que transmite el peor sentimiento de todos. El desprecio se identifica porque levantamos sólo un lado de la boca, como una media sonrisa. Puede ser cualquiera de los dos lados. Esta microexpresión es sumamente común encontrarla en fotografías en redes sociales. Pareciera que es algo agradable, como estar medio contento. Sin embargo, lo único que transmite es algo negativo, puede ser desprecio hacia el fotógrafo, hacia la fotografía, hacia el lugar, el contexto o cualquier cosa alrededor. Así que el consejo es uno: jamás permitan que alguien salga en una fotografía haciendo ese gesto y jamás se tomen una fotografía haciendo ese gesto.

Nota: El desprecio es muy fácil sentirlo hacia mi persona, sólo basta pensar en algo que me desagrada de mí y de inmediato se jalará el lado izquierdo de mi boca.

 

Felicidad: Esta expresión todos la conocemos: la sonrisa enorme. Sin embargo, como me gusta decirlo: la felicidad no se ve en la boca; se ve en los ojos. Una sonrisa auténtica, donde hay un sentimiento real de felicidad; obligará que los músculos de las mejillas se enganchen y, en consecuencia, los ojos se hagan pequeños y se marquen las famosas “patas de gallo”. Esa es la razón por la que nos duelen las mejillas después de reír mucho tiempo. Una sonrisa falsa (como se puede ver en la foto adicional) carecerá de esos detalles en las mejillas y en los ojos. Alguna vez escuché a un fotógrafo decir “Finjan la sonrisa, de cualquier forma en la foto no se notará”. Lo cierto es que si se nota y mucho. Las sonrisas falsas también abundan en las redes sociales; evítenlas. Mi consejo: cuenten un chiste antes de tomar la foto o pidan a sus modelos que les cuenten algo que les causa gracia. De esa forma podrán provocar sonrisas auténticas.

Nota: Sin duda alguna, me costó mucho sentir felicidad en este instante. Se supone que hoy vería a la fuente más importante de alegría; resulta que no fue así y ahora me siento más triste y miserable porque seguro será mi culpa… siempre lo es. Así que tuve que recurrir a la comedia para generar una risa y tratar de capturar el momento de la microexpresión. Decidí escuchar programas de “Stand up”. Podré estar muy triste pero no se puede evitar reír de algún chiste espontáneo. De eso se tratan las microexpresiones: ¡no las podemos evitar! Debo confesar que me comencé a sentir mejor después de reír varios minutos. Incluso, cuando comencé a seleccionar la fotografía final; comencé a sonreír por el simple hecho de ver una sonrisa auténtica en mí. Nuevamente, las microexpresiones y nuestras emociones funcionan en ambas direcciones. Si siento; entonces se produce la expresión. Si genero la expresión; entonces comenzaré a sentir.

 

Por último, al estar bastante cachetón, resulta un poco complicado identificar las microexpresiones, sobre todo en mi frente. Sin embargo, cuando aprendemos a observar, también aprendemos a notar como es que los músculos del rostro se mueven por una fracción de segundo para generar la expresión. La mejor forma de aprender, es haciéndonos conscientes de nuestras propias expresiones, pueden practicar frente al espejo y ver que se mueve en su rostro cuando siente felicidad, miedo, ira, etc. Y entonces sabrán que observar en las demás personas.

La próxima semana seguiré tomando fotografías reforzadas con lenguaje corporal, hablaré sobre las posturas de poder y los beneficios que tienen. Así como algunos consejos para hacer que nuestras fotos sean más atractivas. Y recuerden que pueden revisar las fotografías en la página del proyecto: Camino a los 33.

 

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