Esta semana continué con una serie de fotografías para mostrar diferentes aspectos del lenguaje corporal. Aunque el mundo del lenguaje corporal es inmenso; esta semana será la última que tengan que soportar mis retratos.
Nuestras fotografías son la primera impresión que damos (y las primeras impresiones no se olvidan jamás). Aunque parezca tonto, las fotografías que publicamos en perfiles, en páginas web o redes sociales; envían pistas a las demás personas sobre quiénes somos y lo que representamos.
Por ese motivo, es una buena idea que las fotografías se apeguen a la realidad, sean atractivas, auténticas y positivas.
Empezaremos por conocer los ángulos. ¿Dónde debe estar colocada la cámara? En otras palabras, cuando se toman una selfie o le dan su cámara para que alguien les tome una fotografía, ¿qué tan alto se debe sostener la cámara? ¿Debe estar por encima de ustedes o por debajo? ¿Justo de frente? Existe una ciencia detrás de sus fotografías. Farhod P. Karimov de la Universidad de Bruselas descubrió que el ángulo de la cámara afecta drásticamente nuestra impresión de la persona en la fotografía.
Cuando alguien es visto desde arriba; son vistos como más débiles y en necesidad de protección. Esto hace sentido desde el punto de vista evolutivo. Los adultos suelen ver a los niños desde arriba. Típicamente, los niños requieren ser cuidados. En la fotografía 008 notarán que la cámara está ligeramente por arriba de mí, por lo que tuve que dirigir la mirada hacia arriba, donde estaba la cámara. De igual forma, coloqué la barbilla un poco hacia abajo, lo que me obligó a mirar hacia mis pestañas, lo cual me hace parecer un poco más inocente. Subconscientemente, el ángulo de la foto produce que seamos más indulgentes con la persona.
Lo contrario ocurre cuando se ve a alguien desde abajo. Tienden a lucir más seguros de sí mismos, más sociables y más atractivos. Nuevamente, desde el punto de vista evolutivo; cuando somos niños admiramos a los adultos. En la fotografía 009 notarán que el ángulo de la cámara es muy por abajo; esto sólo lo hice para que se notara la diferencia. Sin embargo, pueden observar como todas las fotografías de la semana pasada, fueron tomadas desde un ángulo por debajo de mi rostro. La diferencia es evidente incluso entre las fotografías de la semana pasada y la primera de esta semana.
El segundo punto a considerar es: ¿Ver directamente a la cámara o no? Más allá de una fotografía; el cuerpo suele estar orientado hacia el lugar que nos interesa. Si tu estas frente a una persona; diriges el torso, la cabeza y los pies hacia esa persona. Esa es una señal no verbal de respeto. Karimov descubrió que cuando vemos directamente a una persona en una fotografía; esa persona la percibimos como más confiable, de mente abierta y simpática. Esto hace completamente sentido porque nuestro cerebro puede ver por su cuerpo entero y crear una imagen mental.
La fotografía 010 la tomé durante el ensayo de un discurso. No estoy viendo a la cámara y prácticamente le doy la espalda. Eso genera que se me pueda percibir como una persona menos confiable o, simplemente, se le preste menos atención a mi persona. La única buena señal de esa fotografía es que se notan las palmas de mis manos, un gesto que nos hace ser percibidos como más honestos.
Por el contrario, en la fotografía 011, aunque me encuentro sentado; esto completamente de frente y mirando a la cámara, mostrando mis manos y tomando el mayor espacio posible, lo cual habla de lenguaje de poder, del cual ya hablaremos en un momento. Adicionalmente, con las manos estoy haciendo el gesto universal de conocimiento. Cuando observamos a alguien que junta sus dedos de esa forma, lo percibimos como más sabio.
La semana pasada hablé sobre las microexpresiones, así que el tercer punto a cuidar en una fotografía tiene que ver con ellas. Una sonrisa auténtica es esencial para hacer que una fotografía se sienta genuina y cálida. Como comenté la semana pasada, es buena idea tomarse fotografías cuando están haciendo algo que realmente los haga sentir bien. Piensen sobre pasiones personales o personas por las que se interesan para traer ese sentimiento de felicidad. Por ejemplo, para hacer esa cuarta fotografía, estuve escuchando chistes durante la sesión. Nuevamente, eviten la microexpresión del desprecio. Asegúrense de no tener fotografías con esa expresión, a menos que quieran decirle al mundo que se vaya al diablo.
Por último, el lenguaje de poder. La investigadora, de la escuela de negocios de Harvard; Amy Cuddy descubrió que existen movimientos universales de lenguaje de poder. Si quieren mostrar confianza, poder y carisma en sus fotografías, deben saber las siguientes reglas:
- Mientras más espacio ocupen con su cuerpo, se verán y sentirán con más confianza.
- El lenguaje corporal fuerte es cuando la frente y el pecho están orientados hacia arriba, así como los hombros echados hacia atrás.
- Las personas poderosas y seguras de sí mismas no tienen miedo de abrir sus cuerpos, especialmente el torso y pecho, así que están libres de barreras: sin brazos ni piernas cruzadas.
Decidí hacer la fotografía 012 porque he encontrado muchas fotos de ese tipo en redes sociales y hasta en portadas de revista, simplemente porque parece una postura de poder. Sin embargo, cruzar los brazos es uno de los gestos que se perciben como bajo poder y desconfianza. Muchas veces me han comentado que es simple comodidad, lo cual es cierto. Al cruzar los brazos protegemos la parte más vulnerable de nuestro cuerpo, lo cual nos hace sentirnos tranquilos y cómodos. Pero las demás personas nos perciben distantes y desconfiados. El cruzar los brazos también nos hace encorvarnos y encoger los hombros hacia adelante, lo cual complementa la imagen de inseguridad.
Por el contrario, en la fotografía 013; utilizo la máxima postura de poder: el súper héroe. Más de una vez alguna amiga me ha comentado que está nerviosa y mi primera recomendación es que se pare como la Mujer Maravilla. (Hombres, como Superman). Piernas abiertas a la altura de los hombros, pecho expandido, manos a la cintura y los hombros hacia atrás. Eso último obligará que estiren la espalda. Al tomar la mayor cantidad de espacio, sus niveles de cortisol se reducirán. Esa es la hormona responsable del estrés. Así mismo, su testosterona se incrementará y eso los hará sentirse más seguros de sí mismos.
Finalmente, no todo es la fotografía perfecta. También es válido divertirse, por esa razón realicé esa última fotografía 014, mientras jugaba un videojuego de Michael Jackson. Ya había realizado fotografías con un mayor grado de seriedad. Pero cuando incorporamos movimiento a una fotografía, la hacemos más casual.
No hay una forma correcta para hacer una fotografía. Todo dependerá de lo que quieran transmitir con ella. ¿Es una fotografía para un currículum? ¿Para su sitio web personal? ¿Para una red social? ¿Qué quiero decir con la fotografía? ¿Soy un verdadero profesional o soy una persona divertida? Al final, lo más importante es que ustedes estén satisfechos con lo que ven en sus fotos.
La próxima semana no tengo idea sobre qué tomaré fotografías, pero es un hecho que ya no será de mí. Así que dense una vuelta por acá para descubrir que se me ocurrió.
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