Una semana muy divertida llena de experiencias. También tuve algunas discusiones bastante interesantes derivadas de mi argumento sobre que el libre albedrío no existe. Ha sido un tema sumamente polémico y las personas con quienes lo he compartido lo han encontrado despreciable (aunque probablemente el desprecio es hacia mí y no hacia el argumento). El punto es que me he divertido bastante estos días. Y aquí está la historia de esas aventuras.

Día 260. 20 de mayo de 2021

Pensando en el plasma recordé que tengo esta pequeña esfera y no hay mejor aparato para observar el comportamiento que tiene la materia en es estado. La esfera está llena con un gas noble, probablemente Neón; al aplicarse una corriente eléctrica los electrones son excitados y en este proceso un fotón de luz es emitido. La mayoría de los electrones y fotones están ahí atrapados chocando entre ellos y continuando con la generación del plasma, sólo algunos pocos fotones logran escapar. Algo similar sucede con el Sol; los fotones de la superficie del Sol, hasta nuestros ojos o nuestra piel, realizan un viaje de poco más de ocho minutos. Pero el viaje desde le núcleo de la estrella hacia la superficie puede tomar hasta un millón de años porque a cada paso puede chocar con un electrón y cambiar de dirección o retroceder tres o cuatro pasos. Lo que es bastante interesante es que, desde la perspectiva del fotón, el momento en que es emitido en el núcleo del Sol y el momento en que es absorbido por los conos fotosensibles de mi retina o mi piel; son el mismo instante.

Tal vez fotón fue originalmente generado con la energía de rayos gama o rayos X, pero con cada encuentro pierde energía y, lo más probable, es que cuando llegue a la superficie, lo haga con la energía de un fotón de luz visible. Por eso, como especie diurna, nuestros ojos evolucionaron para ver mejor el espectro de luz visible. Esa es la razón por la que aprecio tanto cada fotón que percibo del Sol.

Día 260. 20 de mayo de 2021

Día 261. 21 de mayo de 2021

Fue una semana laboral muy agotante. Además, ya tenía rato que no preparaba hotcakes y el sábado debía salir temprano, así que decidí preparar la cena y el desayuno desde el viernes por la noche. Mientras vertía la masa noté con curiosidad las ondas que se forman y me puse a jugar intentando crear una especie de efecto Doppler. Al menos me gustó esta imagen que capturé y estuvieron muy sabrosos, por lo tanto, fue un ganar-ganar.

Día 261. 21 de mayo de 2021

Día 262. 22 de mayo de 2021

El despertador sonó a las cero trecientas treinta horas, media hora después me encontraba en camino a una aventura. Estaba dudando toda la semana si ir o no. El pronóstico del clima no era alentador y así fue. Un amanecer sin nubes no suele ser tan interesante. Pero me gustó poder salir y perderme por un momento. Justo por esa razón, la fotografía que elegí no fue una del amanecer, sino una infrarroja que logré tomar durante el trayecto de vuelta. Un lugar fantástico, sin lugar a duda. Me gusta construir estos lugares mágicos en los que puedo estar completamente solo, un refugio al que puedo escapar y sonreír. Me siento contento. Ahora sólo es cuestión de producir la serie final de imágenes.

Día 262. 22 de mayo de 2021

Día 263. 23 de mayo de 2021

Hoy terminé de leer el vigésimo sexto libro. Este es un libro muy especial porque hace unos treinta meses fue el libro que me apuntó en la dirección correcta. Y con todo lo que está pasando en mi vida y en mi mente; decidí que sería un buen tributo volver a leerlo.

La primera vez que lo leí había tanto que no entendía, y en esta segunda vuelta me he dado cuenta lo mucho que he recorrido. Fue este libro el que me inspiró a sólo utilizar ropa negra, justo lo leía cuando el invierno se acercaba. Mala idea para el verano, pero me gusta vestir sólo de negro, ya es parte de mi personalidad.

La universalidad de loas leyes de la física hace del Cosmos un lugar maravillosamente simple. En cambio, la naturaleza humana, el dominio de los psicólogos, es infinitamente más desalentador. La lección es clara; los humanos somos emocionalmente frágiles, perennemente crédulos, irremediablemente ignorantes amos de una mancha insignificantemente pequeña en el Cosmos.

Pero sin duda alguna, lo mejor fue comprender el verdadero reto que enfrenta la astrofísica para llegar a la mente de las personas. Cuando le hablo a alguien sobre la expansión del universo, no es fácil explicar todo lo que está detrás. Las analogías ayudan, pero no siempre hay una para cada uno de los niveles de abstracción que se requieren para comprender que el universo se expande.

  • Nivel 0: Una estrella
  • Nivel 1: La fotografía de una estrella
  • Nivel 2: La luz de una fotografía de una estrella
  • Nivel 3: El espectro de la luz de la fotografía de una estrella
  • Nivel 4: Patrones de líneas absorbidas en el espectro de la luz de la fotografía de una estrella
  • Nivel 5: Desplazamiento en los patrones de las líneas absorbidas en el espectro de la luz de la fotografía de una estrella.

Ir del nivel cero al nivel uno es un paso trivial que damos cada vez que tomamos una fotografía con el celular. Los museos están llenos de especímenes de nivel cero y nivel uno: piedras, huesos, fósiles, estatuas, pinturas, esquemas, fotografías, etc.; los cuales requieren muy poca o ninguna inversión cognitiva para comprender lo que el objeto es.

La mayoría de las personas ven fotos de una galaxia tomada por el Telescopio Espacial Hubble, por ejemplo, y pueden admirarla, puede gustarles, pero esa es toda la experiencia con la que se quedan. “Está padre”, probablemente dirán, pero para realmente conocer el universo, se requieren incursiones en los niveles del tres al cinco.

Es muy raro que alguien me pregunte sobre el universo, pero ha ocurrido. Me gusta cuando sucede y quiero que esa persona quede impactada, no sólo por la exposición a los niveles cero y uno, sino también por la exposición al nivel cinco, que sin duda requiere una mayor inversión intelectual por parte de la persona que pregunta, pero también, y quizá especialmente, por la persona que responde.

Día 263. 23 de mayo de 2021

Día 264. 24 de mayo de 2021

Hoy la lluvia apareció con granizo, creo que es la primera vez que me toca en este año. Estaba preparándome para leer cuando comenzó a llover y quise tomar esta foto a través de la ventana con rastros de lluvia, creando ese efecto de vitral. Creo que este fue el mayor acontecimiento del día. Los lunes son duros.

Día 264. 24 de mayo de 2021

Día 265. 25 de mayo de 2021

Hoy terminé de leer el vigésimo séptimo libro. Con todas mis investigaciones de los últimos días, decidí leer este interesante libro de Sam Harris donde profundiza en varios aspectos bajo la perspectiva de que la ilusión del libre albedrío es, en sí misma, una ilusión.

Concuerdo en muchos aspectos y en charlas que he tenido últimamente, me he dado cuenta de lo repulsiva que les resulta a las personas esta postura. Pero es parte de la misma ilusión, de la misma confusión.

Alguien me dijo “Es que estás haciendo parecer que quienes nos lastimaron son las víctimas”. Pero lo cierto es que todos somos víctimas de la suerte que tenemos. Y creo que esa incapacidad de soltar nuestra sed de venganza es lo que nos consume. Porque, si bien, no se les desea ningún mal, quizá sí nos gustaría que “al menos se disculparan”. Pero disculparse implica una humillación para la persona que tiene que disculparse, además de sentimientos negativos aislantes, como la vergüenza o la culpa. Al final, tal vez somos lo suficientemente civilizados para no exigir sangre, pero aun así esperamos una retribución porque creemos que, quienes nos hizo daño, pudo y debió haber elegido lo contrario.

Pero no quiero profundizar más en esto. Nuevamente, si alguien quiere continuar esta conversación; yo encantado de conocer las diferentes perspectivas. Lo último que puedo decir es que yo acepto completamente que puedo hacer lo que quiera, pero no puedo querer lo que quiero. El determinismo no significa fatalismo.

En otras noticias, después de leer algunos estudios decidí caminar descalzo mientras leo. Es un experimento interesante, ya veré que resultados obtengo al paso de varias semanas.

Día 265. 25 de mayo de 2021

Día 266. 26 de mayo de 2021

El despertador sonó a las cero doscientas horas, sólo había dormido dos horas en el sillón. Me tomó cerca de una hora subir los casi sesenta kilos de equipo por las eternas escaleras hasta hacia el jardín. Mientras comencé a armar el telescopio las condiciones meteorológicas comenzaron a empeorar, así que tuve que hacer una alineación manual. Tuve la oportunidad de observar la Luna una media hora antes de que entrar a la penumbra de la Tierra. Después las nubes complicaron todo.

Logré capturar algunas imágenes de la umbra, pero las nubes eran demasiadas y la humedad comenzó a empañar el cristal del telescopio. Constantemente lo tuve que estar limpiando. Quizá logré sacar una serie de cinco imágenes, pero será demasiado trabajo de procesamiento. Ahora sí tendré que llevar al límite mis herramientas de astrofotografía. Espero poder publicarlas el fin de semana porque ya se me acumularon demasiadas. La que elegía para este día es una imagen que procesé con un stack de más de cien imágenes. Con tanta nubosidad, el enfoque fue el mayor problema. Tuve que utilizar valores ISO extremadamente altos. Pero afortunadamente obtuve una imagen buena, a secas. El tono rojizo causado por la umbra de la tierra (producto de todos los amaneceres y atardeceres simultáneos que están ocurriendo alrededor del mundo) no era visible a simple vista desde el lugar en el que estaba, la nubosidad estaba absorbiendo la mayoría de esos fotones y los pocos que llegaban a los conos fotosensibles de mis ojos, muy probablemente eran ignorados por mi cerebro. Sin embargo, los sensores de las cámaras modernas son mucho más sensibles que el ojo humano promedio, así que esos fotones, en la frecuencia del color rojo, los pude extraer al procesar la imagen.

Mientras desarmaba mi telescopio durante el amanecer, un señor se me acercó y me comenzó a hablar de las energías. Que hoy tocaba norte y vestir de blanco, y que si apuntaba mi telescopio en esa dirección podría capturar esa energía para utilizarla en mi beneficio.

Su hipótesis me pareció bastante interesante, pero la conversación se terminó cuando comencé a hacer preguntas. ¿Cuál de las cuatro fuerzas fundamentales del universo es utilizada para transmitir esas energías? “Es la energía del Cosmos”, me dijo. Entonces hablamos de gravedad o electromagnetismo, porque son las únicas dos fuerzas capaces de actuar a distancias cósmicas. Pero la gravedad es sumamente débil. Toda la masa de un planeta actúa sobre una hoja de papel y basta que frote un globo de plástico en mi cabello para que la fuerza electromagnética venza a la gravedad y pueda levantar la hoja con el globo.

Eso nos deja la fuerza electromagnética. Dado que no puedo ver las energías de las que me habla, puedo asumir que no se propagan en el espectro de luz visible. No las percibo como calor, por lo tanto, puedo asumir que no viajan en la frecuencia del infrarrojo. Nuestra atmósfera hace un excelente trabajo bloqueando las frecuencias altas, ultravioleta, rayos X y rayos gama; lo cuál es bastante bueno porque son ondas energéticas sumamente agresivas con las moléculas que conforman la vida como la conocemos.

Y si hablamos de microondas y ondas de radio, básicamente soy transparente a ellas. Pasan a través de mi a cada segundo, como si yo no existiera. Por eso puedo llevar un celular en la bolsa o escuchar el radio en la batería de mi telescopio.

Aún así, un telescopio óptico sólo está diseñado para capturar cierto rango del espectro electromagnético, al menos, de forma enfocada. ¿Neutrinos? Al final, no puedo refutar la existencia de esas energías, pero la evidencia en contra es bastante fuerte. El escepticismo no se trata de rechazar todo sólo porque sí; se trata de hacer preguntas y seguir la evidencia a donde sea que nos guíe.

En la nota alta del día, en esa misma mañana tuve una plática bastante entretenida con una vecina y su hija de nueve años que quiere ser astronauta. También le gusta mirar las estrellas, así que acordamos que la próxima vez que saque mi telescopio al jardín, les avisaré para que observemos nebulosas y galaxias.

Día 266. 26 de mayo de 2021

P.S.: I love you

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