Esta semana se puso candente y sin planearlo se convirtió en la semana de las nubes. Demasiados cambios están ocurriendo en este momento, pero no queda más que montarme sobre la marea y llevar a buen puerto la embarcación en estas últimas semanas. Bring it on!!!
Día 253. 13 de mayo de 2021
Hoy se abrieron las puertas del infierno en el trabajo y todo se salió de control. Creo que se vendrá una segunda mitad del año bastante desgastante. Vaya momento el que estoy viviendo.
Bastante cansado por la noche, observaba por el balcón y noté las hermosas nubes. Su fantástico movimiento, los increíbles colores y simplemente quise capturar ese instante. A veces instantes como estos bastan para tomar un respiro (o una serie de ellos como estoy aprendiendo) y retomar la calma necesaria para seguir funcionando.
Día 254. 14 de mayo de 2021
Por la mañana mientras leía, observé el paisaje por el balcón y noté lo similar que era al de anoche y decidí capturarlo sólo para poder compararlo después. Poco sabía en ese momento que se convertiría en la foto del día.
No es exactamente el mismo encuadre, pero me encanta ver como el mismo paisaje puede tener personalidades tan diferentes.
El resto del día fue caos. El trabajo se desborda a lo bestia. Las llamadas ya son demasiadas y, encima de todo, hoy por primera vez tuve que ir a la oficina… no me gustó hacerlo. Aunque la mayor motivación de hacerlo en viernes de quincena no radicó en la oficina, sino en lo que ocurriría después.
Algo que me encanta de mi forma de ser; es la capacidad que tengo para obtener datos curiosos como el siguiente: tuvieron que pasar ochenta y un meses exactos para que volviera a entregar flores personalmente. La última vez que lo hice fue el catorce de agosto de dos mil catorce, en lo que ahora recuerdo como esa fatídica noche donde contemplé la decepción en sus ojos… sólo cuatro días después. Debí saber mejor en ese momento.
En fin, hoy esas flores determinaron un dato curioso en mi existencia. La apuesta ahora será sobre cuántos meses más tendrán que pasar para que nuevamente ocurra. Lo cierto es que las flores sólo han sido un gesto de agradecimiento por la fantástica calidez de ser bienvenido en medio de la tormenta y poder platicar de todas las ideas que inundan mi mente, al mismo tiempo que compartimos una agradable comida/cena.
Siempre ese último abrazo es especial. Se siente eterno y, al mismo tiempo, efímero. Siempre querré más de sus abrazos y hoy comprendo mejor la ciencia detrás de la razón.
Día 255. 15 de mayo de 2021
A veces las personas me preguntan cómo es que soy capaz de hacer ciertas cosas, como “soltar” o simplemente cambiar de estado de ánimo con aparente facilidad. Incluso me han tachado de “sentir rápido”. Pero sus comentarios tienen un dejo de sorpresa e incredulidad; sin darse cuenta de todo el músculo mental que invierto para ser capaz de poder reaccionar de una u otra forma entre los eventos que se desenvuelven frente a mí.
Realmente presto atención a mi mente y me educo al respecto. Cuando comencé a estudiar psicología hace treinta meses, fue por una cuestión meramente emocional. Pero esta vez, curiosamente, fueron mis estudios en astrofísica los que me apuntaron hacia este libro; el vigésimo quinto que leo.
Desde que me especialicé en lenguaje corporal hace más de siete años; comprendí el doble sentido de la autopista que representa nuestro nervio vago. Por ejemplo, hace unos días olvidé mis lentes y mientras manejaba fruncí el ceño para poder ver mejor, pero después de siete u ocho minutos comencé a sentirme molesto sin razón aparente. Sentí la molestia; noté mi gesto de enojo en mi cara; relajé la expresión y la sensación se desvaneció. Incluso comencé a reírme de mí y eso ayudó.
Ahora decidí investigar sobre variabilidad de ritmo cardiaco. Jamás he sido alguien que se estrese, pero soy consciente de que mi cuerpo reacciona a estímulos y no todo es el simple “poder de la mente”. Sé que puedo pensar en estar tranquilo, pero si mi ritmo cardiaco está ligeramente acelerado, entonces ¿qué tan relajado puedo estar?
Justamente este libro habla sobre como entrenar el sistema nervioso parasimpático, porque regularmente está atrofiado por el estilo de vida actual, donde un sistema nervioso simpático es dominante.
He decidido someterme al protocolo de entrenamiento de diez semanas que comenzaré el último día de este mes. Quiero experimentar con mi corazón y ejercitarlo para poder tener una herramienta más a mi disposición en mi utility belt.
Me resulta muy interesante porque no sólo es pensamiento iluso; es una cuestión científica donde neurología y psicología se encuentran para potencializar la mente y cuerpo con un fin específico. Me encuentro un tanto escéptico ante algunos puntos sobre la psicofisiología de estos estudios, pero por eso quiero practicarlos y determinar por mi mismo los efectos que puede tener. Eso sin mencionar los beneficios en prevención de episodios de depresión y, como dato curioso, los efectos durante el REM. Ya contaré de mi experiencia conforme vaya progresando en las semanas del protocolo.
Día 256. 16 de mayo de 2021
Hoy pasé todo el día editando fotos, finalmente terminé de procesar las imágenes de los objetos Messier que capturé hace dos meses. Los resultados fueron muy buenos y los pueden observar en mi colección de astrofotografía.
En una de esas veces que pasé al bar por un vaso de agua; noté las nubes tan esponjosas y decidí tomar unas fotografías de ese paisaje. Me gustan mucho ese tipo de nubes. Me gusta observar como en cuestión de segundos se mueven y mutan. Creo que haré un time lapse de nubes. Esas transformaciones merecen ser contempladas.
Día 257. 17 de mayo de 2021
Hoy el trabajo empezó igual que como terminó el viernes; bastante intenso. Por la tarde me senté un momento en la sala y comencé a ver que llovía a la distancia, pero había bastante Sol. Así que me puse a buscar el arcoíris, pero esta vez mi punto de vista no fue el mejor. A penas si se nota la base del arcoíris en la loma de la derecha. Pero me gusta mucho la textura generada por esos rayos de luz que se alcanzaban a colar entre las densas nubes de lluvia.
El clima ha estado muy cambiante y, sin planearlo, esta semana se ha transformado en la semana de las nubes.
Día 258. 18 de mayo de 2021
Mientras leía por la mañana comencé a notar como cambiaba el cielo de color, y ya que esta semana se convirtió en la semana de las nubes; tomé esta fotografía.
Me gusta mucho cuando las nubes generan ese efecto de dos cielos. Siempre me he imaginado cómo es estar en ese cerro de enfrente, donde están las antenas, mientras está cubierto por nubes. Me encantan esas vistas cuando la niebla impide ver lo que tienes unos centímetros adelante. Recuerdo esa experiencia de atravesar nubes en globo aerostático.
En otras noticias, hoy surgió la posibilidad de que ocurra un evento y eso me emociona bastante. Mañana comenzará el contrarreloj. Hoy ha sido un día productivo, pero siempre encuentro difícil dormir, sin importar que tan agotado esté.
Día 259. 19 de mayo de 2021
Hoy ya no hubo nubes, todo parece indicar que el clima está teniendo un cambio en el momento más adecuado, sólo espero que así continúe durante el fin de semana porque el sábado tengo un gig.
Mientras esperaba a que saliera el Sol, pensaba en el ciclo de vida de las estrellas. Nuestro Sol es una estrella mediana que no forjará elementos más pesados. Por ahora sigue siendo más de 90% Hidrógeno y lo está fusionando en Helio. Eventualmente fusionará carbón y oxígeno, pero jamás alcanzará suficiente temperatura para pasar de ahí.
El Sol es una inmensa bola de plasma, de la misma forma que un rayo convierte en plasma el aire. Sólo son átomos ionizados, es decir, que algunos de sus electrones están libres. En el caso del Sol, eso significa que los protones prácticamente están solos. Creo que es momento de jugar con plasma.
P.S.: I love you
