Una semana extraña que representa el cierre de dos terceras partes de este proyecto. Sólo quedan ciento veinte días por delante y ya no estoy tan seguro de poder soportarlos. Pero, al menos, algo diferente sucedió en esta semana y, de algún modo, eso ayuda a desempolvar cierto conocimiento. Creo que es momento de hackear mi cerebro…
Día 239. 29 de abril de 2021
Hay prioridades en esta vida y aunque hoy inició el draft de la NFL, al mismo tiempo fue la transmisión de El Lago de los Cisnes. Pero a veces contar con una cueva adecuada permite hacer todo de forma simultánea.
Ese ballet me trae muchos recuerdos… Fue el primero… y también el primero con ese lugar vacío… hoy sólo queda el vacío…
Decidí tomar esta fotografía porque representa gran parte de mí. Dos cosas tan dicotómicas que disfruto tanto. A penas comienza la semana y ya encuentro difícil combatir mis pensamientos.
Día 240. 30 de abril de 2021
Hoy finalmente tuve la fuerza para borrar las fotografías que me acompañaban siempre que tocaba el piano. Decidí colocar imágenes de un pasado diferentes, buscando que me inspiren de una nueva forma.
Me agrada colocarme los audífonos y sólo tocar para mí. Intentar olvidarme del resto del mundo, de la misma forma que el resto del mundo se ha olvidado de mí. No ha sido fácil andar este camino, también soy humano… a veces aún extraño… a veces aún me pregunto ¿por qué?
Es divertido cuando alguien sueña conmigo y me lo hace saber. Siempre puedo hacer más preguntas de lo que están esperando y terminan mandándome al diablo. Yo he soñado… pero ya no he buscado. Todo ha cambiado… La densidad de la energía obscura entre nosotros cada vez es mayor… Y mientras más distantes estamos, más se acelera la expansión del espacio que nos separa.
El sueño de hoy fue particularmente extraño. Soñé con alguien con quien no soñaba hace demasiado tiempo… Hace tanto que no hablamos…
En el sueño su comportamiento era bastante… concupiscente. En algún momento, por alguna extraña razón, estábamos junto a una ventana. Esa persona cerraba las cortinas y yo la veía a través de una cámara, una especie de visión nocturna. Pero frente a mí ya no estaba, la sentía, pero ya no la veía. De pronto un profundo terror se apoderó de mí. Mi parte racional entró en escena y me dije: Los fantasmas no existen. ¡Despierta! Pero no lograba despertar y el miedo me consumía.
Cuando desperté, me levanté de la cama y en un sillón estaba la misma persona acostada, recuerdo perfectamente su playera. En ese momento supe que seguía soñando y entonces volví a despertar, esta vez en mi cama. Con el corazón agitando, las imágenes de mi mente comenzaron a disiparse, pero me di cuenta de que las dos escenas eran recuerdos exactos de momentos que he vivido y lugares que he visitado. Sólo la persona era diferente. Ahora las preguntas inundan mi cabeza, ¿realmente estaba soñando o, de algún modo, estaba recordando? ¿Por qué esta vez no desperté en cuanto quise hacerlo? ¿Será que comienzo a perder la capacidad de diferenciar sueños y realidad?
“I miss you more than I can bear, but… we had our time together. And I have to let you go… I have to let you go”.
Día 241. 1 de mayo de 2021
Los sábados han comenzado a ser días sumamente extraños. En teoría es mi día libre, en el que puedo y debo hacer las cosas que entre semana voy postergando. Pero, al final del día, me siento bastante agotado y con este profundo sentimiento de no haber hecho nada.
Jamás imaginé que mi mente se desestabilizaría tanto. La foto de hoy intenta reflejar lo incompleto y desequilibrado que me siento. Todo está colapsando, justo como hace casi tres años. Lo peor es que no me siento capaz de impedirlo.
Día 242. 2 de mayo de 2021
Me encuentro absolutamente agotado, pero así suelen ser las producciones. Casi seis horas de pie acomodando producto tras producto. Reacomodando luces, buscando diferentes ángulos y recreando escenarios.
La foto de hoy cuenta una historia sobre mí… sobre mi sentir. Como siempre, la mejor parte de la fotografía de producto es degustar los productos después de la sesión. Mi más especial agradecimiento a Chokodulzura por las deliciosas fresas.
De algún modo esa canción durante mi regreso me permitió terminar el día con una mentalidad diferente, porque empezó bastante horrible, con pesadillas que comienzan a salirse de control. Hace casi tres años que sueños así comenzaron a dominar mis noches. Es casi como si mi cerebro me intentara advertir lo que sucederá una vez que logre desprenderme de todas estas emociones… de este amor…
Durante mi sueño me alejaba de ella y le decía que era demasiado tarde para buscarme, mientras daba mis motivos desperté; estoy casi seguro de que las últimas palabras no las soñé… simplemente las escuché en mi pensamiento. No lo sé, ya todo es tan confuso, me siento tan desdichado, tan perdido. Sumamente confundido. No sé qué hacer. No sé si seguir o detenerme. No sé si claudicar y conformarme con su recuerdo… Creo que ya ni si quiera puedo llorar… Me siento muy solo… y no es reproche porque es el camino que yo elegí. Decidí no hablar más. Con nadie… Pero el que sea consciente de mi decisión, no lo hace más fácil… “¿Cómo se hace para vivir una vida vacía? ¿Cómo se hace para vivir una vida tan llena de nada?” No me hace sentido… y este es el principio del final…
Día 243. 3 de mayo de 2021
Hace más de dos años tomé una fotografía de esta cruz. Pero sólo estaba iluminada por la luz del amanecer. Desde entonces me propuse fotografiar el sol justo cuando saliera detrás de esa limita. Hice los cálculos y la fecha resultó ser el día de hoy.
Lamentablemente había nubosidad en la zona y la atmósfera estaba bastante agitada, así que no fue posible capturar de forma definida las siluetas de los árboles y la cruz. Al menos puedo sentirme satisfecho sabiendo que los dos cálculos más exactos que he hecho me han permitido documentar esos instantes desde mi punto de vista.
Hoy ha sido un día nefasto, me he sentido tremendamente agotado y sin motivación alguna. Ciertamente… “No me queda más…”
Día 244. 4 de mayo de 2021
Hoy finalmente terminé el vigésimo tercer libro. Me tomó tres semanas hacerlo. Este libro debería contar por dos, con quinientas treinta y cuatro páginas y setecientas setenta y una notas; debo reconocer que es uno de los libros más tediosos que he leído. Pero es de esperarse de un libro que se centra más en la historia que en la ciencia. Fue interesante descubrir varios detalles curiosos, como la posibilidad de que Galileo haya plagiado el telescopio, pero la mayor parte del libro se centra en cuestiones políticas y es ahí donde me costó bastante la lectura. Hay una parte rescatable donde describe conflictos bélicos bastante interesantes y la forma en que la ciencia ha llevado a que los conflictos hayan escalado drásticamente. Es un libro interesante, aunque a mi gusto, bastante cansado de leer.
Hoy tuve un sueño muy extraño, estaba jugando una partida de ajedrez. Empezaba perdiendo porque no sabía que tipo de partida era, pero en cuanto descubría que era con reglas cuánticas; sonreía y comenzaba a despedazar al contrincante. Lamentablemente me desperté antes del fin del juego.
Día 245. 5 de mayo de 2021
Mis pesadillas se agravan, hoy desperté de una bastante confusa, no sé que es lo que realmente está pasando con mi cerebro, pero ya he estado aquí.
A veces simplemente quisiera poder olvidar… Pero olvidar no es algo que haces, es algo que te sucede… y yo no puedo dejar ir todo esto que significa tanto para mí. El mayor engaño que sufren los seres humanos es el de sus propias opiniones y, sin duda alguna, el mayor desafío es distinguir entre los engaños que son vitales y los que son trágicos.
A veces me gusta salir al balcón y sólo observar como se va formando la nubosidad, cómo se transforma; contemplar esa calma antes de la tormenta. Así me siento ahora… justo antes de que todo colapse. La realidad no es lo que percibo; es lo que revelan los métodos y herramientas de la ciencia. Sólo es cuestión de seguir la evidencia…