Los reencuentros continuaron esta semana, acompañados de profundas reflexiones y espectaculares fenómenos, tanto en el Cosmos, como en este planeta. Sí, hoy más que nunca reconozco que no soy un príncipe azul, no soy un súper héroe, no soy uno en un millón… sólo soy un tipo. Un tipo con una vida aburrida llena de días normales… vaya normalidad la mía… Comencemos con la historia de esta semana.
Día 232. 22 de abril de 2021
Hoy volví a ver a mis hermanos, no estábamos los tres juntos desde el día que comenzó este proyecto. Siempre ha sido importante, para mí, pasar tiempo de calidad con las personas a quienes más amo.
Ya también tenía tiempo que no me tomaba un buen whisky derecho. Ellos son más de whisky con mineral A veces momentos tan sencillos como estos hacen la gran diferencia.
Una fotografía sencilla, no quise distraerme demasiado con la cámara, de hecho, había olvidado por completo la foto del día. Si no hubiera sido porque los portavasos siempre me traen un recuerdo a la mente, ni si quiera hubiera intentado tomar la fotografía. Círculos, cilindros, esferas… ¿3-sphere?
Día 233. 23 de abril de 2021
Con tantos reencuentros físicos y virtuales últimamente; hoy decidí reencontrarme con un viejo amigo. Poco menos de un mes atrás tuvimos nuestras diferencias. Finalmente logramos limar las asperezas y volver a comunicarnos como antes. No lo sé, quizá estoy madurando. Disfruto tanto estar ahí, tocando sólo para mí. No importa la hora, simplemente me pongo los audífonos y practico algunos minutos. Un instante así me ayuda a darme cuenta de que no se necesitan dos o tres horas… bastan veinte minutos de mutuo amor y respeto.
Día 234. 24 de abril de 2021
Hoy tuve una plática bastante intensa con alguien que intentó evangelizarme sobre la adopción de animales. No entraré en todo el detalle de la plática. Al final, yo tengo todo el respeto y admiración por toda persona que tiene un gesto altruista de cualquier tipo. Mi único punto fue que los perros son Canis lupus familiaris, los gatos son Felis catus. Los del problema son los Homo sapiens que intentan humanizar cualquier otra especie. Está científicamente comprobado que diferentes especies de animales sienten. Pero su forma de sentir no es la misma que la mía. Un perro puede llegar a manifestar un comportamiento que yo puedo calificar como lealtad hacia mí, pero lo será por motivos muy diferentes a los que yo pueda tener para manifestar un comportamiento que yo puedo calificar como lealtad hacia él.
En fin, me gustan tanto los animales que no me interesa darles una limitada vida de departamento. De vez en cuando las hormigas me invaden y lejos de asediarlas con litros y litros de insecticida, simplemente prefiero ser curioso y las sigo, la mayoría de las veces me llevan a un rincón que requiere mi atención. Luego de limpiar, simplemente las guío hacia algún lugar fuera del departamento con un poco de comida o con agua azucarada, según sea su gusto. En fin, también me quedé pensando en el tema y se me hizo bastante curioso que la primera acción como dueño responsable es mutilar al pobre animal para que no se reproduzca más, ¿quién me ha dado tal autoridad? La última vez que revisé; es otra especie de animal la que está sobre poblando y destruyendo el planeta. Eso me hizo reflexionar bastante y hoy he tomado una decisión con consecuencias irreversibles para mi persona. Sólo hace falta definir el cómo y cuándo. Con suerte, antes de que termine el año.
La fotografía de hoy justamente representa esta determinación de seguir adelante tomando decisiones con seguridad aun cuando sus consecuencias serán inalterables.
En cuanto a las pasiones, no es mi intención desanimar a las personas. Simplemente, yo no soy el tipo a quién querrán evangelizar. Más de una vez me han dicho “Quisiera ser como tú”. Mi respuesta siempre es la misma: “No, no está chido ser como yo”. De hecho, ni si quiera quiero ser recordado, especialmente por aquellas personas que me desecharon de sus vidas. No quiero que vivan con el recuerdo del gran error que yo signifiqué. Hay una razón muy simple por querer que así sea. Si han leído un par de semanas de este proyecto, podrán notar que escribo sobre las cosas que pienso, siento y me apasionan. Pero jamás aseguro que se la forma correcta de vivir. Cuando hablo sobre el universo, no es mi intención que los demás se asombren tanto como yo. Si yo creo en el multiverso es porque es una predicción de una de las teorías que pretende ampliar el entendimiento que tenemos sobre las leyes de la física. No es mi intención, de hecho, no me interesa que los demás crean en lo que yo. Pero si a alguien le ha surgido la curiosidad de mirar al cielo la siguiente noche, entonces está padre y probablemente podremos tener una interesante conversación.
Yo hablo de mis pasiones porque lo disfruto, no porque pretenda evangelizar a alguien. Con suerte, eso inspira a alguien a investigar, a ser curioso, a descubrir y seguir su propia pasión. Lo único que puedo pedir para todos es una inagotable curiosidad y un inteligente escepticismo, porque esos son los motores que impulsan la nave de la imaginación. Porque esas cualidades son las que nos hacen voltear piedras cuando somos niños, son las que nos hacen saltar en charcos de agua y sacar la lengua cuando está nevando.
Día 235. 25 de abril de 2021
¿Alguna vez he mencionado que me encantan los amaneceres? Sobre todo, si tienen nubes. Especialmente nubes rosadas… Este fue un amanecer fantástico que pude observar mientras leía en la mañana. Esas tonalidades rosas me inspiran tanto… me hablan de alguien… Sí, lo sé… Tanto esfuerzo todos estos días… Y sin embargo…
Día 236. 26 de abril de 2021
Si estuviera titulando mis fotografías; ésta la llamaría “La marrana y yo extrañándola…” A la Luna, me refiero. Esta es la primera Luna llena del año que no puedo observar porque el clima no coopera. Pero así será por un buen rato, es momento de buscar terrenos más altos, porque ya tengo la mirada puesta en objetos más impresionantes.
Me siento exhausto. Esto de combatir mis pensamientos es demasiado agotador. Ya era tan natural descubrirme pensando y simplemente sonreír. Hoy debo hacer un esfuerzo desmedido para intentar romper la cadena de pensamientos. Poco a poco Black va dominando lo más profundo de mi estado de ánimo. Creo que es momento de aplicar las técnicas terroristas de morder un chile.
Día 237. 27 de abril de 2021
Hoy estuve tomando fotografías desde muy temprano. El Sol ha tenido mucha actividad en las últimas dos semanas alcanzando incluso emisiones de tipo G1, se han presentado agujeros coronales y erupciones solares. Nuestro Sol está despertando. Eso significa que aumenta la probabilidad de estudiar sus manchas solares.
El clima ha sido adverso incluso en los amaneceres, además de la alta contaminación que siempre aporta a amaneceres hermosos, pero que complica las observaciones matutinas. Pero cuando el Sol estaba a unos treinta grados, pude observar claramente el disco sin nubes. Es impresionante la cantidad de manchas solares. Utilicé un filtro UV adicional para poder resaltarlas, esa es la razón del color, a diferencia del anaranjado que es producido por un filtro que bloquea el 95% de luz UV. La imagen es el resultado de un stack de 103 fotografías.
Por la noche tuve la oportunidad de fotografiar la Luna por un instante antes de que se ocultara tras la tormenta. A veces las personas no comprenden lo opaca que es, con un albedo de 0.12 es uno de los cuerpos más opacos del cielo nocturno; Venus, por ejemplo, tiene un albedo del 0.75. El albedo es el porcentaje de radiación que refleja un cuerpo en el sistema solar.
En otras noticias, he estado entrenando a mi cerebro, pero no es fácil. A veces encuentro demasiada resistencia. Estoy encontrando muy difícil elegir que poner y que quitar de la agenda. Tengo una idea, pero no tengo del todo clara la razón que me hace enfrentar tanta resistencia, pero lo importante es no claudicar.
Día 238. 28 de abril de 2021
Vaya forma de terminar la semana. Como astrónomo, los elementos siempre serán algo por lo cual no estar contento; como fotógrafo he aprendido a trabajar con lo que tengo a mi disposición. Y una tormenta eléctrica es de las cosas más bellas y emocionantes que tengo la fortuna de atestiguar. No sé cómo es que puede haber alguien que diga que le dan miedo las tormentas eléctricas.
Me gusta disfrutarlas en silencio y en completa obscuridad. Así el efecto es aún más espectacular. Creo que tomé fotografías por más de hora y media. Es la primera tormenta de la temporada, con suerte tendré la oportunidad de capturar otras más, aunque no hay garantías, no siempre se cuenta con las condiciones adecuadas.
Momentos como estos son en los que comprendo mi soledad. Definitivamente, no hay alguien que querría estar horas expuesto al frío y la lluvia, sólo por contemplar un fenómeno natural. Nuevamente, no sólo es la espectacular belleza visual; es comprender el porqué de todo. Por qué se forman, cómo se forman, por qué se escuchan de esa forma, por qué son de diferentes colores, comprender lo que está sucediendo a nivel atómico… Sólo me queda sonreír por un momento, suspirar y seguir disfrutándolo en completa soledad.