Una semana de muchas emociones. De esas veces que encuentras inspiración en los lugares menos esperados. Cambios tal vez necesarios, pero aún más importante, calculados. No puedo esperar resultados diferentes si siempre hago lo mismo. Estoy agotado…
Día 225. 15 de abril de 2021
Hoy tuve un sueño muy particular; soñé que era un gorila. Es la primera vez que sueño que soy un animal. Me resulta fascinante saber que estoy soñando y poder seguir en el sueño. Recuerdo la sensación de saber que era un gorila. ME sentía muy contento, a pesar de estar en una especie de laboratorio.
Ya por la noche decidí crear un trago con lo que tenía en el refrigerador. Exprimí unas naranjas y usé un resto de jugo de granada. Decidí explorar con tres spirits. No soy fan del ron y creo que no tiene tantos matices. El vodka me resultó más atractivo. Definitivamente el mezcal le da una complejidad de aromas muy diferente, pero eso lo hace una bebida con más patada de lo normal. Probablemente el jugo de granada no es el mejor. El fin de semana lo intentaré con jugo de arándano.
Día 226. 16 de abril de 2021
Desde hace meses he soñado, con cierta frecuencia, a una persona. Es un tanto extraño porque regularmente son situaciones que giran en torno a un mismo tema. Me pregunto qué diría Freud al respecto… ¿Qué deseo satisfacen esos sueños? ¿A quién está sustituyendo mi censura?
Toda la reflexión que he realizado en estos días se ve reflejada en la imagen de hoy… Quizá no es que no sea suficiente… probablemente yo soy demasiado. Es como querer prender una vela con una antorcha. Seguramente lo lograré, pero en el proceso puedo causar más daño…
Sin embargo, esa misma antorcha que daña a una débil vela de cera, también puede caramelizar de forma maravillosa un Crème Brûlée.
Día 227. 17 de abril de 2021
No todos los días es fácil abrir esa puerta. Con frecuencia me toma varios minutos poner en palabras lo que quiero ese día y cómo lo obtendré. Hoy fue uno de esos días en los que miré la puerta por horas. Hay baches en el proceso. A veces no es tan fácil crearle sentido y propósito a mi existencia… a veces la soledad es demasiada, pero muy necesaria. Desde que borré todos los contactos de mi celular; me he ayudado a reducir esa absurda ansiedad de iniciar conversaciones superfluas y vacías.
Es agradable cuando un día como hoy, en el que me siento bastante perdido, llega el empujón necesario en la forma de un mensaje inesperado: “Bro, necesito un abrazo”. Después de eso fue fácil abrir la puerta.
Me tomó un par de horas llegar a entregarlo… Un abrazo que funciona en ambos sentidos. Me sentí como un gigante oso de peluche. En cuanto me vio simplemente se abrazó a mí con tanta fuerza que nuestra respiración se sincronizó para generar un hermoso vaivén. Uno, dos minutos… no lo sé. Simplemente no queríamos que terminara.
Después de eso siguieron ocho horas de plática en las que reímos, lloramos, nos abrazamos y volvimos a reír. Es maravilloso compartir tiempo de calidad con alguien que no se la pasa mirando la hora con la urgencia de partir.
Definitivamente yo también necesitaba un verdadero abrazo. Me siento tan honrado de que sea en mí en quién alguien piense cuando necesitan algo. Es agradable poder estar… esa es una gran parte del sentido y propósito de mi existencia. Simplemente estar… siempre estar. La moraleja de todo esto es que, el verdadero amor incondicional; es inquebrantable. Agradezco tanto haber aprendido a amar(la) de esta forma. El amor de mi vida siempre será, pero finalmente hoy se encuentra vacante ese lugar especial.
Día 228. 18 de abril de 2021
Hoy tocó visitar a los abuelos un rato. Mi agenda siempre está llena, pero siempre tengo tiempo. Es como cuando me llama mi sobrino y me pregunta si estoy ocupado. Mi respuesta es: “Yo siempre estoy ocupado. ¿Cuál es la pregunta que realmente quieres hacer?”.
Este fin de semana prácticamente le aventé una llave de tuercas a mi agenda. No hice nada de lo que tenía planeado. Pero al final del día me siento satisfecho con lo que elegí vivir y experimentar las últimas cuarenta y ocho horas.
Para cerrar el día, decidí perfeccionar la receta de mi trago. Compré jugo de arándano, el cual tiene un color más intenso y me agrada más. El sabor también me resultó más adecuado. Decidí incorporar u n par de elementos adicionales para darle un mayor balance a la acidez. Creo que necesitaré a alguien que venga a hacer control de calidad. ¿Algún voluntario?
Decidí hacerlo con vodka como trago recreativo y fresco, para una tarde calurosa. Y con mezcal para los valientes que ya requerimos de una patada más intensa. The Martian Sunset, la nueva bebida de mi bar The Black Hole.
Día 229. 19 de abril de 2021
Hoy decidí poner mi tiempo donde están mis palabras. El sábado estuvo lleno de inspiración, fue un día fantástico. Sí, quizá Black será nuestra canción de la semana, pero hoy puedo responder a esa pregunta… All for love.
Durante año y medio voluntariamente hice algo que no me gusta: bailar. Todos los martes era un martirio esperar una hora después del trabajo para mi clase de salsa. Pero después de la clase, sin importar lo destructivos pensamientos que inundaban mi mente; siempre salía con una sonrisa… y con eso me bastaba. Recuerdo cómo se sorprendían cuando les decía que no me gustaba bailar. Porque, después de un tiempo, realmente llegué a aprender bastante cosas, aunque luego de más de un año sin hacerlo ya he olvidado todo.
Me he dado cuenta de que durante todo este tiempo no he hecho algo que no me gusta, ya más de un año ha pasado. Así que hoy me he retado ha hacer algo que no disfruto… Y sólo hay una cosa que detesto más que a los Kansas City Chiefs… ¡Correr!
He decidido hacer ejercicio al menos cuatro veces por semana. Eso significa modificar drásticamente mi agenda. Siempre tengo tiempo, ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para ser exacto. Sólo es cuestión de elegir en dónde invertirlos y dónde dejar de hacerlo.
Debí comenzar con veinte o treinta minutos, pero decidí extralimitarme. Cuarenta y cinco minutos de entrenamiento a un ritmo de sesenta y cinco revoluciones por minuto… evidentemente fracasé. Al menos los últimos veinte minutos arrastré los pies. Pero yo ya no estoy para retos chiquitos. Si voy a hacerlo, entonces voy a empujar mis límites, de por sí son demasiado pequeños en este momento. Necesitaba establecer una línea base.
La foto de hoy la tomé justo al terminar mi sesión. Un gimnasio naranja tiene sus ventajas, hay que echar mano de todas las herramientas del cinturón, en este caso, la psicología del color.
Día 230. 20 de abril de 2021
Siempre he sido alguien que intenta reparar las cosas una y mil veces antes de desecharlas. No importa si es un aparato eléctrico o una relación personal. Pero con el paso de los años aprendí a establecer la línea en la que reconozco que las cosas están rotas más allá de cualquier reparación y simplemente hay que desapegarse, desecharlo y seguir. La foto de hoy es una trágica coincidencia de tal reflexión.
En otras noticias, hoy decidí correr con los ojos cerrados. Fue un experimento muy interesante, en ciertos momentos perdí completa referencia de mi entorno y pensé en lo que experimenta un observador en la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein. Sí, estoy loco, esos son el tipo de pensamientos que tengo.
Corrí cien metros más que ayer, lo cuál creo que es bueno y no me siento destruido. Hace tres años me refugié en el jazz y la música clásica, cosas sin letras. Pero esta vez he optado por el Trance. La semana pasada terminé mi clase de Música Dance con Armin Van Buuren y me ha mantenido a flote esa inspiración. Ahora el reto es mantenerme motivado. Mi rendimiento de hoy sigue siendo un gran fracaso, pero de eso se trata, de construir a partir de las lecciones aprendidas, construir a partir de mis fracasos.
Por cierto, hoy cumplí un año en mi trabajo. Si mi jefe no lo hubiera mencionado, yo no lo habría recordado. Después de semanas de espera, hoy finalmente llegó mi nuevo libro. Ahora tengo bastante más presión por terminar el actual. Empiezo a ver lejana la marca actual de treinta y un libros en un periodo de doce meses. Me quedan diecinueve semanas para leer diez libros, pero cada vez son más largos y complejos.
Día 231. 21 de abril de 2021
El amor incondicional tiene muchos rostros. Como el de la promesa de no volver a perturbar la existencia de la persona amada; o la protección y cuidado de esa última muestra de verdadero amor. La foto de hoy busca capturar otro de esos múltiples rostros del amor incondicional. Es momento de buscar un lugar más grande porque mi amor sigue creciendo y, al parecer, mi amor los sigue alimentando. Si ni un bambú cabe en una maceta; ¿cómo pretender meter el universo entero (mi amor incondicional) en una cubeta? Cuestiones de la vida…
En otras noticias, hoy llevé el experimento a un grado mayor; corrí con los ojos cubiertos por un antifaz que bloquea prácticamente toda la luz. Es una experiencia bien interesante, perder completa noción de la ubicación y el tiempo. No ver cuantos minutos faltan en el crono, tiene el mismo efecto que dejar de contar las semanas; llega un punto en el que simplemente ya no importa… sólo me enfoco en seguir…