Me levanté temprano para ver el eclipse solar anular y no vi nada. Decidí experimentar tratando de ver el Sol a través del filtro UV. Los resultados no fueron muy alentadores. El enfoque es demasiado complicado, tomando en cuenta que la cámara está calibrada para enfocar luz infrarroja y lo que intento es capturar luz ultravioleta. La fotografía 176 tiene mucha influencia del libro que estoy leyendo. Sería buena idea mejorar mi letra, luego me cuesta demasiado entender lo que escribí en la bitácora.
Para encontrar la fotografía 177 decidí caminar durante la tarde en zonas cercanas a la oficina pero que poco frecuento. Descubrí lugares a los que volveré pero mientras subía las escaleras, noté algo que siempre veo pero desde un ángulo diferente. Así que supe exactamente que foto quería. Sólo fue cuestión de esperar a que los peces se acomodaran de forma interesante en el encuadre que tenía en mente. Me encanta ver esos peces tan enormes. Fluyen en el agua sin mayor problema.
La fotografía 178 la imaginé diferente, creí que estarían encendidas las luces de los árboles pero no fue así. El resultado me agradó. Había mucho viento y le dio movimiento a la imagen de larga exposición. También me gusta que esté limpia la foto, sin una sola persona. Es como capturar la imagen de un refugio casi ideal.
El día se pasó más rápido de lo esperado y no había tomado la fotografía 179. Mientras buscaba que fotografiar en casa; recordé que no había regado mis plantas. Fue entonces cuando descubrí que ya habían brotado los primeros retoños de la Mona Lisa. La primavera está aquí. Dulce embustera, la maldita primavera.
Los jueves son mucho mejores cuando puedo comer con ellas. Caminando de regreso, decidí tomar fotos en diferentes lugares. Al final, elegí la fotografía 180 por lo limpia que está. Y a pesar de lo cálida que es… es un camino solitario en ese mundo que construyo para mí.
En el día más improductivo de la semana, simplemente me la pasé desperdiciando el tiempo toda la mañana. Hasta la tarde que la invertí con amistades cercanas que ya extrañaba, al igual que la noche. La fotografía 181 es un documento pero me agrada la geometría, equilibrio y desbalance que contiene.
Cuando creí que por fin podría terminar con una nota alta esta semana; la vida se asegura de mostrarme mi equivocación. A pesar de haber compartido los últimos dos días con amigos a quienes quiero y siempre aportan energía a mi batería; hoy me encuentro en un triste dilema. Un simple juego musical se convirtió en una nueva herida. Lo cierto es que aunque ya estoy resignado y he intentado seguir con mi vida, cada vez que surge el tema entre ella y yo; ella se asegura de hacerme saber que jamás seremos y lo que fuimos sólo fue un error. Durante un mes me he resistido a desaparecer pero cada día estoy más convencido de que es necesario.
Y cuando creo que mis heridas son difíciles de superar, la vida me enseña una vez más que estoy en la gloria. Iniciando el día he recibido la noticia de que alguien más ha partido. Q.E.P.D. Si desparezco, no estaré para las personas y eso me pesa. Jamás había tenido un inicio de año tan negro. Tres pérdidas en las últimas tres semanas y cuatro en menos de 63 días. Todo esto antes de que inicie la búsqueda de la fotografía del día…
En Arcos del Sitio el paisaje es predominantemente árido en esta época del año, así que la diferencia entre luz visible y luz infrarroja era poca. La fotografía 182 es una postal del lugar pero con muy particular forma de ver las cosas. He utilizado la luz infrarroja para apropiarme de ese lugar y hacerlo parte de mi mundo. Aunque voy acompañado y ahí hay gente; ante mis ojos, hay un mundo fantástico al que escapo con cada disparo de mi cámara.
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