La décima tercera semana, tres meses, el primer cuarto de camino recorrido. Todos los días me cuestiono y me esfuerzo por centrarme en darle sentido a todo esto. Los recuerdos, los sueños, las experiencias nuevas, el vacío, la fragilidad, el valor, la curiosidad, la angustia. Os extraño. Os anhelo. Silencio.

Día 85. 26 de noviembre de 2020

“¿Por qué en blanco y negro?”, me habéis preguntado. La respuesta es sencilla; porque perdí esa parte de mí que hace brillar el mundo con espectaculares colores. Pero aún en mi tristeza soy capaz de descubrir y disfrutar la belleza de una vida en blanco y negro. Luz y Sombra. Hoy fue un día agradable con una enriquecedora plática con mi madre que pasó gran parte del día conmigo.

Muy cansado por la tarde, me acosté un momento en el sillón. El tiempo pasó y se obscureció; al incorporarme vi esta magnífica escena que me recordó un momento de extrema felicidad. Decidí capturarlo porque dentro de todas las cosas buenas y el constante dolor, el momento que duró ese recuerdo, fue especial. Sí, lo recordé con nostalgia y dolor. Lo añoro. Sólo que en mi recuerdo había una Luna que llegará en unos días más.

Día 85. 26 de noviembre de 2020

Día 86. 27 de noviembre de 2020

Como todos los días, procuro levantarme muy temprano, pero los días anteriores había estado muy nublado. Hoy el amanecer estuvo bastante despejado. Desde la noche anterior dejé armado el telescopio sabiendo que no podía dejar pasar la oportunidad de observar y fotografiar una de las regiones de manchas solares más grandes del año. El sol está despertando de su largo descanso. Durante los próximos años habrá mucho que observar.

Es el mejor momento para que vos planeéis ese maravilloso viaje con vuestra pareja. Entre 2025 y 2026 serán años magníficos para observar auroras boreales. Canadá, del lado de Yukón puede ser el mejor destino y la ciencia lo sugiere.

Había, al menos, cinco regiones en la cara cercana del Sol, pero en esta composición se pueden observar sólo tres. La mayor de ellas es la que me interesaba resaltar, compuesta por decenas de manchas solares. Es un espectáculo que una simple imagen no puede describir, definitivamente observarlo en vivo por el ocular es la mejor experiencia.

Día 86. 27 de noviembre de 2020

Día 87. 28 de noviembre de 2020

La historia del Crème Brûlée es chistosa, fue ELLA quién me inspiró a aprender a prepararlo, pero no lo probaría sino hasta varios años después. La primera vez que lo preparé fue para Vuestra Merced y recuerdo con melancolía ese día. Para mí se convirtió en un símbolo de amor. Esta ha sido la última vez que lo preparo. Hoy por ese instante fui feliz. Definitivamente es de los días que miraré con una sonrisa, pero sé que al final llegará ese vacío y esa melancolía de saber que sólo es una ilusión. Hoy sólo vivo de recuerdos, sin la esperanza de sentiros de nuevo. He conquistado infinidad de estómagos, pero ningún corazón.

Día 87. 28 de noviembre de 2020

Día 88. 29 de noviembre de 2020

Hoy me levanté muy temprano para terminar el sexto libro del año. Hasta ahora el más extenso. Me tomó tres semanas terminarlo. Lo fabuloso de estas ediciones de aniversario es que incluyen tantas nuevas notas que parece tener uno o dos capítulos extra.

Ha sido una lectura verdaderamente enriquecedora. Lejos de lo que Vuestra Merced podáis creer sobre mi nuevo entendimiento del egoísmo, lo cierto es que no podría estar más alejado de la realidad. El libro bien podría llamarse “El gen altruista” o, de menos, “El gen colaborativo”.

Sí, me queda perfectamente claro que no somos sólo genes. Pero hoy entiendo que estadísticamente su influencia puede ser egoísta. Entender mi egoísmo me permite ser más empático y tratar a los demás aún con mayor compasión. Sí, quizá mi aparente sacrificio altruista tiene de fondo un comportamiento egoísta, pero no por eso le resta valor; al contrario. Lo hace más especial, más bondadoso.

Hoy mi entendimiento de genética y evolución se suma al amplio abanico de perspectivas que tengo para observar y reflexionar sobre alguna situación. Eso me permite seguir construyendo una filosofía de vida que me ayuda a crearle sentido y propósito a mi existencia, aún en el momento en que decido renunciar al amor de mi vida, a mi sueño más anhelado. Con estoicismo afronto la soledad y tristeza.

Día 88. 29 de noviembre de 2020

Día 89. 30 de noviembre de 2020

No estoy muerto, simplemente estoy roto. Hecho pedazos. El daño es irreparable. Un accidente se convirtió en una magnífica oportunidad para crear una auto representación. Hay momentos en los que me siento así. Los pensamientos me inundan y termino completamente desolado. Resulta difícil recuperar el control, recurrir nuevamente a la razón y sacarme de la espiral en picada. Para cuando logro hacerlo, el daño está hecho. Ya no es momento de juntar pedazos. Esta vez no. Debo desaparecer, lo único que he logrado es causar dolor…

Día 89. 30 de noviembre de 2020

Día 90. 1 de diciembre de 2020

Hoy lloré mucho, en parte porque también piqué cebolla, bastante cebolla. Hay días que me da por cocinar y he descubierto que disfruto mucho picar las cosas. Las zanahorias fue más fácil fotografiarlas… todo es un poco más fácil cuando no tienes los ojos llenos de lágrimas. Me gustan las texturas de la imagen. Estoy muy triste, pero como siempre, mis emociones no importan. Es aquí donde puedo observar el egoísmo. Todos lo somos, pero hoy yo elijo rebelarme ante eso. Mi sacrificio será juzgado, pero sé que es lo mejor. Soy un agente del caos, una fuerza destructiva de la naturaleza.

Día 90. 1 de diciembre de 2020

Día 91. 2 de diciembre de 2020

He terminado el séptimo libro del año. Este bello ejemplar es muy especial porque todo el tiempo que lo leí estuve pensando en Vuestra Merced. Hoy la analogía del agujero negro hace aún más sentido. Siempre digo que sin importar cuánto sepa y comprenda de algún tema en particular; me encanta seguir leyendo porque siempre aprendo algo nuevo o una nueva forma de ver las cosas. Eso ha sucedido con este libro. La gran mayoría de conceptos ya los domino, pero es una perspectiva diferente y, desde luego, nuevo conocimiento también adquirí. Sí, soy un agujero negro ultra masivo. TON 618.

Me gusta las noches frías de observación. Aunque ésta en particular estuvo algo nublada. He terminado tan pronto de leer un libro más porque el insomnio ha sido mayor en los últimos días. No duermo y en lugar de pasarme las horas dando vueltas en la cama, decido tomar un libro. Esta noche me sucedió algo interesante. Tuve un sueño bastante… extraño. Demasiado… realista. En verdad me asusté y el realismo del sueño me llevo a tomar bastante tiempo antes de darme cuenta de que estaba soñando. Pero desperté con esa sensación de… entendimiento. Mi cerebro podrá ser un terrorista que disfruta de torturarme… pero sabe que no puede vivir sin mí… así que esta noche se ha asegurado de entregar un mensaje importante.

Día 91. 2 de diciembre de 2020

P.S.: I love you

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