Procrastiné demasiado para escribir esta semana. Realmente no estaba convencido de hacerlo y las razones son muchas. Particularmente, hoy no ha sido el mejor día. Regularmente eso ocurre la noche anterior… ese momento de reflexión que llega doce horas antes.

Es fácil perder la brújula cuando no se termina por encontrar un propósito. Justamente hoy escribí, por primera vez, sabiendo que esas palabras simplemente serían almacenadas y, de algún modo, me hace cuestionarme el sentido que tiene tomar una pluma e imaginar. Para mí tiene sentido y por eso lo hago… pero eso no significa que no cuestione mi propio entendimiento y proceder.

Ridículamente he llegado a pensar que prefiero las épocas en las que los días malos son constantes porque, aunque puedan ser dos o tres semanas… o meses; tengo la certeza de que mis días son malos y algo debo hacer al respecto. Pero esta semana fue una montaña rusa. Un día me sentía medianamente bien y otro totalmente nefasto. Ayer me sentí normal, lo cual ya es bueno, he incluso logré reír y divertirme. Hoy me arrastro por la vida tratando de hacer uno o dos pendientes de los más de cien que tengo en mi lista por hacer.

Decisiones extrañas he tomado últimamente y aunque sus consecuencias no son negativas; me resultan cuestionables mis acciones. La otra noche decidí abrir todos los sobres que tenía y terminé bastante frustrado al descubrir que había veintidós cromos faltantes.

Imagino que ahora tendré que hacer una de dos cosas. La primera implicaría hacer lo que desde un principio me negaba. La segunda… buscar los huecos grises en el sistema.

Después de ese pensamiento aleatorio que llego a mi mente, creo que todo lo que ahora escribo refleja ese desorden mental que tengo. Demasiados pensamientos simultáneos que no termino por solventar uno solo. No tengo estructura, no tengo idea, no tengo solución.

O, tal vez, sólo tal vez… es parte de la contrainteligencia necesaria en situaciones de este tipo. ¿Cómo descubrir la verdad de estas ideas incoherentes? Para mí, la mejor forma es utilizar la ciencia. El método científico me ayuda a encontrar información valiosa, limitando mis reacciones viscerales. Dejo a mi corteza cerebral hacer su trabajo en la toma de decisiones racionales, mientras mi sistema límbico se encarga de alimentar información a la corteza; pero es ésta la que tiene la última palabra.

Eso me lleva a comentar sobre el libro que terminé de leer en tan sólo dos semanas. La perspectiva cósmica fluye del conocimiento fundamental. Pero es más que sobre lo que sé. También se trata de tener la sabiduría y la visión para aplicar ese conocimiento en la evaluación de mi lugar en el universo. “Astrophysics for People in a Hurry” del Dr. Neil deGrasse Tyson; resulta ser un libro de lectura obligada para toda aquella persona que suele tener más preguntas que respuestas y, sobre todo, que le encanta mirar hacia arriba.

No es un típico libro de ciencia, es una historia en lenguaje mundano que te lleva a recorrer el universo desde su concepción hasta el punto actual en el que nos encontramos, con todas las preguntas que aún nos hacemos y las respuestas que aún buscamos.

Esta semana tomé fotografías, pero estoy algo perdido. Sigo haciendo lo mismo. Los mismos encuadres, las mismas emociones, los mismos resultados. Quizá sea momento de hacer algo irreverente, algo que rompa la rutina, pero a veces me resulta difícil ordenar mis ideas y dedicarme a algo en particular. Tenía planeado retomar mi proyecto de ojos, pero… no se puede. Tal vez decida iniciar los retratos en torno a un tema en particular que me llama mucho la atención, pero eso implica hablar con gente y no me gusta rogarles para tomarles fotografías.

Lo cierto es que debo establecer un principio. Y quizá ese principio signifique poner en práctica los conceptos básicos que he estado estudiando en las últimas tres semanas. Mucho más lento de lo que quisiera ir progresando, pero sigo estudiando un poco a la vez.

Empecé el día de hoy por romper uno de mis problemas más grandes: la acumulación. Decidí deshacerme de una gran cantidad de cajas de basura. Aún tengo varias más pero antes de desecharlas; investigaré que puedo hacer con ellas. Probablemente, puedan servir para algo bueno. Debo poner orden en mi closet de equipo fotográfico y también en el calabozo que cada vez es un caos más grande… perfecto reflejo de mi estado mental actual.

Siempre he sido un tipo solitario, eso es un hecho, desde niño me encerraba a hacer mi tarea en mi cuarto y no salía hasta haber terminado. Aprendí a jugar ajedrez solo; jugaba dominó, damas chinas y hasta el Gears of War 3 lo intenté terminar solo, utilizando cuatro controles. Ese logro jamás lo conseguí, por cierto.

Pero las cosas no son tan malas, el ser solitario (y disfrutarlo) no está peleado con el hecho de disfrutar bastante compartir las cosas. Creo que son muy pocas personas (no fotógrafas) que han estado conmigo cuando tomo fotografías. Es bastante agradable descubrir que, a pesar de lo solitario que decido ser; hay quién elige estar. Descubrir que hay un wingman dispuesto a luchar junto a mí hasta la última oleada de horda. Sin importar los que tiren la toalla, sin importar la hora, sin importar la situación. Es importante reconocer cuando alguien así atraviesa la ciudad, simplemente para escuchar mis historias sobre las estrellas. Alcanzar a mirarlas por pequeñas ventanas que se forman entre las densas nubes. He imaginar dónde estarían Aldebarán, Altair, Sirius y Rigel.

Agradecido termino el día, a pesar de todos mis pensamientos extraños. Porque por mucho que me esfuerce por estar solo… “What you fight for and who fights at your side… will always be family. Never fight alone.”

Claramente, mis imágenes reflejan mucha nostalgia. Pero creo que es un factor que acompaña a la lluvia. Justo esta semana una compañera me dijo que en los días lluviosos le dan ganas de estar en la cama viendo series. Mi comentario fue… a mi se me antoja estar allá afuera, bajo la lluvia con mi cámara en mano capturando un mundo del cual todos huyen. Alguna vez le dije a… vaya, mi comentario fue que el clima no influía en mi estado de ánimo, que más bien mi estado de ánimo se proyectaba en el clima. Si yo me levantaba feliz; vería un magnífico amanecer. Y si me levanta triste, entonces estaría nublado y hasta llovería. Pueden culparme a mí de las tormentas de la semana pasada. Y mañana lleven impermeable y paraguas. O mejor no salgan porque la tormenta parecerá diluvio apocalíptico.

"When you're feeling lonely, lost and let down
Seems like those dark skies are following you around"

Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 26 de agosto de 2018, 18:17 hrs.

f/1.7
1/1200 sec
ISO-40
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
"And life's just one big shade of gray
You wonder if you'll see the light of day"

Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 26 de agosto de 2018, 20:55 hrs.

f/11
30 sec
ISO-100
32 mm
Nikon D850
"Behind the clouds, the sun is shining
Believe me even though you can't quite make it out"


Miguel Hidalgo, Ciudad de México, México. 29 de agosto de 2018, 16:13 hrs.

f/1.7
1/60 sec
ISO-125
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
"You may not see the silver lining
But there's a big blue sky waiting right behind the clouds"


Miguel Hidalgo, Ciudad de México, México. 29 de agosto de 2018, 16:16 hrs.

f/1.7
1/60 sec
ISO-100
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
"I've heard it said that this too shall pass
Good times or bad times, neither one lasts"

Cuautitlán, Estado de México, México. 30 de agosto de 2018, 07:17 hrs.

f/1.7
1/50 sec
ISO-125
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
"But thinking that your luck won't ever change
Is like thinking it won't ever stop once it starts to rain"

Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 31 de agosto de 2018, 18:38 hrs.

f/1.7
1/280 sec
ISO-40
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
"Behind the clouds, the sun is shining
Believe me even though you can't quite make it out
You may not see the silver lining
But there's a big blue sky waiting right behind the clouds
Yeah, there's a big blue sky waiting right behind the clouds"

Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 1 de septiembre de 2018, 07:00 hrs.

f/4
1/60 sec
ISO-800
28 mm
Nikon D850
Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 2 de septiembre de 2018, 17:10 hrs.

f/5.6
1/100 sec
ISO-250
112 mm
Nikon D850

Imaginar que mi suerte jamás cambiará, sería como pensar que nunca se detendrá, una vez que comienza a llover. Y aunque toda vía tengo mucho por mejorar; siempre es válido dibujar paisajes sobre la lluvia, porque… ciertamente; tras las nubes, el sol está brillando.

Otro libro me espera el día de mañana. Se trata de una lectura que considero que será de utilidad en este proceso de crecimiento y resurgimiento. Es importante reconocer mis debilidades para poder mejorarlas y aunque nada de esto enmendará mis equivocaciones pasadas; tengo la convicción de no volverlas a cometer. Así que, tal vez, la próxima semana pueda contarles que he descubierto en las páginas de “If I Understood You, Would I Have This Look on My Face?”. Por ahora, sólo me queda agradecer, consumirme hasta desaparecer y, quizá, sólo quizá, un buen día vuelva a resurgir con el brillo del Fénix.

P.S.: I miss you