Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 5 de agosto de 2018, 07:57 hrs.

f/1.7
1/400 sec.
ISO-40
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Centro Histórico, Ciudad de México, México. 5 de agosto de 2018, 13:33 hrs.

f/1.7
1/120 sec.
ISO-50
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Miguel Hidalgo, Ciudad de México, México. 6 de agosto de 2018, 15:17 hrs.

f/1.7
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 7 de agosto de 2018, 06:58 hrs.

f/1.7
1/10 sec.
ISO-250
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Miguel Hidalgo, Ciudad de México, México. 7 de agosto de 2018, 06:30 hrs.

f/1.7
1/45 sec.
ISO-160
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Ciudad de México, México. 8 de agosto de 2018, 20:11 hrs.

f/1.7
1/125 sec.
ISO-100
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Estado de México, México. 9 de agosto de 2018, 20:11 hrs.

f/1.7
1/10 sec.
ISO-800
4 mm
Samsung Galaxy S8+ (Smartphone)
Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México. 11 de agosto de 2018, 20:40 hrs.

f/16
1/60 sec.
ISO-800
125 mm
Nikon D850

Esto no es un proyecto, ni pretendo escribir cada semana. Sólo es un proceso para renovarme, reencontrarme y crear algo que me haga sentido. Han pasado siete días y a penas noto el paso del tiempo.

En contra de todos los pronósticos, he evitado quedarme encerrado. Estoy tratando de recuperar mis ojos de bebé. Esos ojos que miran las cosas como si fuera la primera vez, que se sorprenden con cada detalle que perciben.

Desde que abro los ojos trato de ver las cosas de forma diferente. A pesar de que ya no los colecciono, siempre es agradable mirar el amanecer e intentar algo diferente. Camino por las calles de esta ciudad y descubro cosas que han estado ahí y que no he notado a pesar de haber recorrido el mismo camino más de una vez. A veces es bueno encontrar a alguien que está dispuesto a escucharte con atención.

He explorado el edificio donde trabajo y descubrí que hay momentos en los que puedo encontrar una guarida sólo para mí. Disfruto de los sonidos de la ciudad: la maquinaria de las construcciones cercanas, los aviones surcando el cielo, las hojas secas que son arrastradas por el viento. Todo me resulta tan… nuevo. Estar ahí, completamente solo, bajo la lluvia, esa lluvia entre nosotros; de algún modo trae paz a mi mente y a mi corazón.

He podido contemplar los atardeceres que son tan espectaculares como los amaneceres que tanto disfruto. A veces parece que miro al cielo y veo mi propio reflejo. Un extremo cálido y lleno de energía y al otro lado una tormenta que bloquea cualquier visibilidad al horizonte.

La Luna me sorprendió en algún momento. Es agradable levantar la vista y descubrirla ahí, tan cercana y al mismo tiempo tan distante. He leído tanto sobre el Cosmos que cada vez soy más consciente de lo maravilloso que resulta mirar el firmamento, percibir cada frecuencia.

Finalmente, llegó el día en que decidí dejar el celular a un lado y utilizar la cámara. Aún tengo tanto que aprender, pero justamente esa es la idea. Aprender nuevas cosas que me permitan crear de una forma renovada y diferente… algo que por fin comience a definirme. Muchas veces me han dicho que nunca es tarde pero si algo he comprobado esta sema es que… justamente, ya es demasiado tarde.

P.S.: I miss you