En mi publicación anterior mencioné que iniciaría el año cumpliendo nuevamente el reto blanco y negro. El plan era hacerlo los primeros siete días. Sin embargo, el 1 de enero de 2018 la Luna se apareció por mi ventana y, simplemente, decidí quedarme a disfrutar de ese momento; lo cual me hizo recordar lo que alguna vez me escribieron.
Hace casi dos años, durante febrero de 2016; mi maestra de proyectos especiales me pidió realizar un ejercicio: preguntarle a cinco personas cómo me veían (así, sin mayor explicación). Las respuestas que recibí fueron fascinantes.
Después, mi maestra me pidió tachar las palabras con las que no concordaba; resaltar con un color (negritas) las palabras con las que estaba de acuerdo y resaltar en otro color (cursivas) las palabras que me sorprendieron porque las desconocía.
A continuación compartiré textualmente las respuestas en el orden cronológico en que las recibí y sólo mencionaré el tiempo que la persona tiene de conocerme.
18 años de conocidos
“Erik López es confiable.
Si lo ves en un inicio, creerás que sólo le gusta el desmadre. En primera impresión siempre es juzgado de manera desmesurada. Siempre piensan que solo se preocupa por sí mismo y que no es capaz de ayudarte, sin embargo es lo contrario. Hace más por los demás que por sí mismo desinteresadamente.
Es muy hábil con los videojuegos y con las computadoras, esto hace que también de primera instancia todos piensen que es solitario, pero segundo error, hace más cosas que yo o cualquiera. Conoce a la perfección varios temas, es sociable y platica en todos lados, te sorprende que sepa tejer, tomar excelentes fotos, cocinar.
Da la impresión de no saber lidiar con las chicas, sin embargo, las conoce más allá que muchos hombres. Sabe de sus sentimientos, las escucha y afortunada o desafortunadamente se vuelve su amigo. Tiene tiempo que no busca una pareja, simplemente quiere vivir un vínculo con las chicas, hacerlas feliz sin que lo noten. Creo que esa es una buena definición.
Es excelente en el trabajo, tanto que no siempre se dedica a él. Tiene tiempo para distraerse y aun así terminarlo con calidad. Es un gran administrador del tiempo. Por cierto, le caga que faltes a la cita o llegues tarde.
Es selectivo con sus verdaderos amigos y solo tocando su corazón puedes serlo.”
22 años de conocidos
“Te veo como a las matemáticas, un ser constante con las personas que te rodean, de firme convicción, auténtico. Uno sabe que le dirás la verdad aunque esta sea dura, lo cual es difícil, pero al final es lo mejor. No eres adulador, así que puedo tener la certeza de que sí algo no te gusta, seguro lo harás de mi conocimiento. Eres simpático y puedo reír muchísimo cuando estamos juntos. Honesto y por sobré todo leal a tus pensamientos. Sociable, pero solitario a la vez, disfrutas de un buen vino, y de una buena conversación en compañía de alguien, en lugar del bullicio… Que puedo decir, eres alguien que desearía que siempre este en mi vida… ¡Eres mi mejor amigo!”
4 meses de conocidos
“Te veo como un hombre con una mente sumamente compleja, ágil e interesante y un sentido del humor bastante negro que siempre me mata de risa.
Un amigo leal, entregado, que le gusta dar siempre lo mejor de sí sin esperar nada a cambio, alguien con quien se puede contar incondicionalmente.
Promueves la cohesión entre el grupo de amigos, muchas veces de no ser por tu iniciativa y organización las cosas no se harían.
Eres fanático del control hasta para organizar unas carnes asadas, te gusta involucrarte en los pequeños detalles.
Te veo como un excelente compañero de ruta gastronómica pues nos une el gusto por la buena comida y aprendo de ti el gusto por los buenos vinos.
Considero que eres un poco solitario y creo que no tienes pareja porque disfrutas mucho de tu espacio, independencia, gustos y costumbres. No te interesa el drama y prefieres ser un hombre práctico que vive sin complicaciones.
Nadie se imagina que detrás de esa cara de niñote existe un gran y noble corazón, hasta que das la oportunidad de conocerte.”
2 años de conocidos
“Me parece una pregunta muy abierta, cuya respuesta la pienso desde tres lugares.
El primero es cuando te miro. Observo a una persona que parece tranquila, generalmente con una sonrisa dibujada en su rostro. Es una sonrisa especial, como si dejar ver la forma en que estás en el mundo: disfrutándolo mientras lo miras.
Tu cuerpo también parece un cuerpo relajado. Generalmente con ropa holgada, pareces estar siempre cómodo. Tus brazos sueltos y tu espalda levemente encorvada, dan la sensación de estar tranquilo, sin prisas.
Pero si te veo sin tu sonrisa, me alejo, sé que algo no te gusta y que no me quieres cerca.
Y como te veo sin los ojos, me siento feliz de que estés ahí, una especie de sensación de seguridad y confianza me alberga. Recuerdo el sonido de tu risa con gusto, contagia sensaciones agradables.
Ambas descripciones contrastan con tus pensamientos, a veces los vivo rígidos, determinantes, juiciosos, y la satisfacción de sólo tenerte a mi lado, se convierte en frustración e impotencia. Esa es otra vista, la de tus ideas.”
6 años de conocidos
“Romántico. Introvertido. Sincero. Inteligente. Le gusta su soledad pero pierde de vista los beneficios de estar ‘en compañía’. Observador y analista. Ve la vida a través de la lente de su cámara, pero me parece que por momentos debería dejarla para ir a disfrutar de las cosas y personas.”
Fueron estas últimas palabras las que, particularmente, recordé en ese momento que me dijo “Si quieres tomarle fotos a la Luna, yo no tengo problema.” A lo cual respondí, “Lunas hay cada 28 días.” Me sorprendió que hace dos años alguien me dijera que perdía de vista los beneficios de estar en compañía y que debería dejar la cámara a un lado para disfrutar de las cosas y personas. Lo cierto es que jamás di explicaciones… hoy reflexiono al respecto.
Durante tantos años, la cámara fue mi compañía y no por eso dejaba de disfrutar los momentos sin ella. Muchas veces he viajado y las cámaras se quedan guardadas porque disfruto de la compañía de las personas, de los lugares, de los momentos… los hago míos. Jamás he dudado de los “beneficios” de estar en compañía, simplemente nunca nadie había querido compartir el espacio-tiempo conmigo. Así que aprendí a llevarme muy bien conmigo, a escucharme, comprenderme, amarme y disfrutar de todos esos momentos a solas.
Para mí, de eso se trata la vida: estar presente. En lugar de sufrir y lamentarme porque nadie quiso compartir una Luna llena conmigo; las disfruté con una buena copa de vino. Con una cámara al lado o, simplemente, sentado en el sillón mirándola ascender por mi ventana. Hoy que alguien sostiene mi mano mientras admiramos la belleza de esa misma Luna; no siento el deseo de estar en ningún otro lado haciendo cualquier otra cosa… Simplemente estoy presente (y también hay espacio para inmortalizar ese instante con mi pasión)
Ese momento me inspiró para las imágenes del reto. Siete días, siete fotografías Blanco y Negro. Sin gente y sin explicaciones. Sólo mencionaré que esas fotografías capturaron el balance entre mi soledad y la compañía de las personas importantes para mí, esas personas a quienes amo y eligieron estar conmigo, durante los ocho primeros días del año.
Si te gustaría responder a la pregunta cómo me ves; me encantaría saber la respuesta, así que puedes hacerla llegar a mi correo electrónico.