Un Nuevo Amanecer
E.L.L.A. se fue en su día y así es como debía suceder. Aun con el dolor de su partida; la vida me regaló 30 días de maravilla pero todo lo que empieza debe terminar. Hundido en la angustia, el desconsuelo y la frustración; me olvidé de levantar la vista y durante un largo tiempo me negué a esperar la alborada, como tantas veces lo había hecho antes.
Varios soles fueron los que dejé pasar pero un día mi fuego interno fue encendido y nuevamente tomé la cámara. Mi deseo por esperar los primeros rayos de luz, resurgió como si de un ave mítica se tratara.
Casi un año después ha llegado el atardecer de este proyecto. Mi fuego interior se ha consumido y es momento de dejar nuestros amaneceres atrás.